Hansi Flick sigue ganándose el corazón del vestuario, la afición, e incluso la prensa desde su llegada al banquillo del FC Barcelona. Aunque los resultados deportivos hasta ahora son brillantes, a excepción de una derrota en la Champions, su influencia va mucho más allá de los números. 

Flick ha demostrado una cercanía y atención a los detalles que trascienden los estereotipos típicos de los entrenadores alemanes, y ha revelado una personalidad cálida y empática.

Un claro ejemplo de su carácter lo vivió recientemente el periodista de TV3, Xavi Lemus, durante la rueda de prensa previa al enfrentamiento entre el Barça y el Getafe. Flick, interrumpido por un ataque de tos, se vio obligado a detener el acto en más de una ocasión. 

Fue entonces cuando Lemus, con un gesto espontáneo, le ofreció un caramelo para aliviar la situación. Ahora, tres días después, en la comparecencia previa al partido contra Osasuna, el entrenador sorprendió al periodista devolviéndole el favor con varios caramelos.

Este simple pero significativo gesto fue compartido por Lemus en sus redes sociales: “Hansi Flick es todo un caballero, hoy me ha devuelto por triplicado el caramelo que le di el martes ante el ataque de tos. Crack”.

Estos gestos de camaradería son solo un reflejo de la personalidad cercana de Flick, algo que también comparte con sus jugadores y su equipo técnico. Hace unas semanas, antes del derbi contra el Girona, el entrenador alemán invitó a su cuerpo técnico a un almuerzo, mostrando su aprecio por el equipo detrás del banquillo. Además, Flick mantiene una relación cordial con los aficionados, siempre dispuesto a firmar autógrafos o tomarse fotos, sin mostrar ninguna prisa o incomodidad.

A pesar de la barrera del idioma, Flick ha conseguido ganarse el respeto de todos en el entorno blaugrana, no solo por su arduo trabajo y disciplina, sino por su humanidad y cercanía. Mientras su Barcelona continúa marchando a paso firme y con récords, el técnico sigue demostrando que los pequeños detalles son los que verdaderamente importan.