Los Oklahoma City Thunder vencieron a los Indiana Pacers 103-91 en un decisivo Juego 7 en el Paycom Center. La victoria no solo pone fin a una sequía de 17 años sin títulos para la franquicia, sino que también consolida el ascenso del Thunder como una potencia construida sobre juventud, defensa y la irrupción de la superestrella Shai Gilgeous-Alexander.

Actuación histórica de Shai Gilgeous-Alexander como MVP

Shai Gilgeous-Alexander demostró una vez más por qué es una de las estrellas más brillantes de la NBA, ofreciendo una auténtica clase magistral de liderazgo y talento para guiar al Thunder hacia la gloria. El escolta de 26 años anotó 29 puntos y repartió 12 asistencias en el Juego 7, demostrando su capacidad para controlar el juego en ambos extremos de la cancha.

Ya había sido nombrado MVP de la temporada regular y campeón anotador de la liga, y ahora Gilgeous-Alexander se convirtió en el primer jugador menor de 25 años en ganar esos tres galardones en una misma temporada — un logro que subraya su ascenso meteórico y su temple bajo presión.

Su actuación fue especialmente decisiva en el tercer cuarto, cuando el Thunder desató una racha de 34-20 que cambió por completo el rumbo del partido. La capacidad de Gilgeous-Alexander para anotar en momentos clave y generar juego desarmó la defensa de los Pacers, dándole a Oklahoma City una ventaja que nunca volvió a ceder.

Después del partido, Gilgeous-Alexander expresó su alegría y alivio: “Se siente increíble, es como quitarse un gran peso de encima. Ganar con este grupo y en esta ciudad significa todo para mí.”

El dominio del Thunder sella el campeonato

Aunque Gilgeous-Alexander fue la figura principal, el triunfo del Thunder fue un esfuerzo colectivo. Jalen Williams aportó 22 puntos y fue una pesadilla defensiva durante todo el partido, mientras que Chet Holmgren dominó la pintura con 13 rebotes y cuatro tapones.

La defensa de Oklahoma City fue asfixiante, forzando 23 pérdidas de balón y convirtiéndolas en 32 puntos. Su capacidad para romper el ritmo ofensivo de Indiana fue clave en la segunda mitad, especialmente tras la temprana salida del base titular de los Pacers por lesión.

La desilusión de los Pacers y un nuevo panorama en la NBA

Para los Indiana Pacers, la noche estuvo marcada por la desilusión. El equipo llegó al descanso con una ligera ventaja, pero perdió a su estrella Tyrese Haliburton por una lesión en el tendón de Aquiles apenas siete minutos después de iniciado el partido. A pesar del esfuerzo heroico de Pascal Siakam (19 puntos y 10 rebotes) y los 18 puntos de Andrew Nembhard, los Pacers no pudieron resistir la presión defensiva y la profundidad del Thunder.

Las 23 pérdidas de balón y la ausencia del generador de juego titular resultaron demasiado costosas. Aun así, Indiana se ganó el respeto de toda la liga por su entrega y mentalidad colectiva a lo largo de estos playoffs, dejando claro que su momento como contendiente está cerca.

Mientras caía la lluvia de confeti en el Paycom Center, el Thunder y su afición celebraban un sueño largamente esperado. Con Gilgeous-Alexander liderando un núcleo joven, hambriento y unido, el primer título de la franquicia desde la mudanza desde Seattle marca el inicio de una nueva dinastía y de una nueva era en la NBA.