Jake Paul ha logrado traer de regreso al ring a una leyenda del boxeo, Mike Tyson. En una pelea muy anticipada en el AT&T Stadium de Texas, se hará historia en la noche del viernes 15 al sábado 16 de noviembre. ‘Iron Mike’ volverá al cuadrilátero, decidido a detener el “hype” del exyoutuber, ahora convertido en un fenómeno de las redes sociales. Aunque Tyson participó en un combate de exhibición en 2020 contra Roy Jones Jr., esta vez la pelea contará en su récord profesional, lo que eleva considerablemente la expectativa.

Previo al combate, Jake Paul y su novia, Jutta Leerdam, se vieron cara a cara con Tyson en un encuentro que atrajo una gran atención mediática. Aunque Tyson sigue generando temor cuando se pone los guantes, han pasado casi 20 años desde su última pelea profesional, que terminó con un TKO en el sexto asalto ante Kevin McBride el 11 de junio de 2005. Sus últimos años en el ring reflejaron a un hombre marcado por la fama y las dificultades, con una carrera que dejó cicatrices profundas. Su caída fue acompañada de problemas financieros y las fuerzas destructivas de la fama y la adicción.

El retiro no mejoró las cosas para Tyson; de hecho, empeoró su situación. Tyson dilapidó gran parte de sus ganancias y enfrentó serias dificultades financieras. Incluso admitió haber llegado a temer a la persona en que se convertía cuando se enfocaba únicamente en el boxeo. En entrevistas, se ha conmovido hasta las lágrimas al recordar al “monstruo” que creó, como si fuera una versión real de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. “Nací siendo un asesino”, le dijo una vez a Jake Paul en el documental de Netflix previo a su pelea.

"Esta Pelea No Cambiará Mi Situación Financiera"

"Esta pelea no cambiará mi situación financiera. Incluso si fuera gratis, no importaría. Mi esposa dice que no necesito hacer esto. Pero es lo que quiero; es parte de quién soy. Estoy buscando mi gloria… Va a ser increíble", declaró Tyson recientemente.

Hoy en día, Tyson está en una etapa completamente distinta de su vida: dirige negocios exitosos, muestra una actitud calmada y ha hecho las paces con su turbulento pasado. Aun así, está dispuesto a convocar a su antiguo yo para una pelea donde el dinero ya no es la motivación.

Nacido para Pelear

Tyson debutó profesionalmente en 1985 y, un año después, a los 20 años, se convirtió en el campeón de peso pesado más joven de la historia. Con 50 victorias en 58 combates, incluyendo 44 por KO, Tyson acumuló un récord invicto de 37-0 hasta que James "Buster" Douglas lo derrotó en 1990. Después de pasar un tiempo en prisión, enfrentó a Evander Holyfield en dos combates notables. Perdió el primero por un KO en el undécimo asalto y, en la infame revancha, fue descalificado por morder la oreja de Holyfield, un escándalo que marcó el inicio del declive de su carrera.

Para entonces, la imagen de Tyson como tipo duro se había salido de control. Recientemente había cumplido tres años en prisión tras ser declarado culpable de violación en 1992, lo que manchó de forma permanente su reputación. A pesar de intentar un regreso entre 1999 y 2005, su carrera estuvo marcada por pruebas de drogas, derrotas por KO y potencial sin realizar.

"Para mis hijos no soy nadie. Pero esa noche, descubrirán que su padre es alguien especial", adelantó Tyson en la previa a su enfrentamiento con Paul.

La última victoria de Tyson fue el 22 de febrero de 2003, cuando noqueó a Clifford Etienne en el primer asalto. Más de 21 años después, el espíritu luchador de Tyson lo impulsa a regresar al ring, listo para recordarle al mundo por qué alguna vez fue el boxeador más temido de la historia.