La decisión, confirmada por Red Bull el miércoles por la mañana, pone fin a una de las etapas gerenciales más largas y exitosas en la era moderna del deporte. Horner, de 51 años, ha dirigido el equipo desde su debut en 2005, supervisando seis títulos de Constructores y ocho campeonatos de Pilotos, transformando a Red Bull de novatos en una potencia de la Fórmula 1.

En un comunicado, Red Bull agradeció a Horner por su “trabajo excepcional”, destacando su compromiso, experiencia y liderazgo innovador que consolidaron al equipo como un referente en el paddock.

El equipo enfatizó que Horner “siempre será una parte importante de nuestra historia,” subrayando el impacto de sus dos décadas de contribución.

Escándalo y salida inesperada

El despido de Horner llega poco más de un año después de que sobreviviera a una controversia de alto perfil por presuntas conductas inapropiadas hacia una empleada. Aunque Horner siempre ha negado cualquier falta, el episodio dejó una sombra sobre sus últimos meses al frente del equipo.

A pesar de capear la tormenta inicial y mantener su cargo durante la temporada 2024, fuentes indican que las consecuencias del escándalo y las presiones internas continuas llevaron finalmente a su salida abrupta.

Su contrato, que debía extenderse hasta 2030, fue rescindido con efecto inmediato. Según informes, Horner se despidió del personal en la fábrica de Red Bull en Milton Keynes temprano el miércoles, marcando un emotivo fin a su era.

Transición de liderazgo y el camino por delante

Laurent Mekies, anteriormente en Racing Bulls, ha sido promovido a CEO y asumirá las responsabilidades de Horner en Red Bull Racing. El equipo enfrenta un periodo de transición mientras busca mantener su ventaja competitiva en medio de este cambio en la dirección.

A medida que Red Bull navega esta nueva etapa, el paddock estará atento para ver cómo se adapta el equipo y si puede sostener el éxito que Horner ayudó a construir.