El caos estalla en Cádiz antes del descanso

Lo que debía ser un simple ensayo veraniego se convirtió en un espectáculo bochornoso. El amistoso entre el Real Betis y el Como 1907, rival del FC Barcelona en el Trofeo Joan Gamper, terminó empañado por una brutal pelea entre jugadores de ambos clubes, justo antes del descanso.

Todo se desató tras varias entradas fuertes del conjunto italiano sobre Giovani Lo Celso e Isco, que habían protagonizado acciones intensas. En un intento por recuperar el balón, Álvaro Vallés empujó a un rival, provocando una reacción en cadena: empujones, puñetazos y hasta la intervención de suplentes y cuerpos técnicos.

El momento más absurdo lo protagonizó Chucho Hernández, quien al intentar golpear a un jugador del Como, terminó impactando en su compañero Natan. La situación se volvió insostenible cuando Pablo Fornals lanzó una bofetada a Perrone, quien respondió con más golpes. La gresca se esparció incluso hasta el área técnica, donde Cesc Fàbregas se encaró con Riquelme.

El árbitro tomó decisiones polémicas: primero expulsó a Héctor Bellerín, quien no participó en el altercado, y más tarde rectificó para sancionar a Fornals. También hubo varias tarjetas amarillas repartidas, pero la sensación fue de impunidad ante el descontrol.

Goles, tensión y un triunfo que calienta el Gamper

El partido comenzó con intensidad desde el primer minuto. Un penal cometido por Pau López sobre Assane Diao permitió el primer tanto del Como, que más tarde aumentó la ventaja con un golazo de Cunha al 38’. A pesar del caos, la segunda parte se jugó sin más incidentes físicos.

El Betis logró igualar con tantos de Isco y Junior Firpo, lo que animó a la afición presente. Sin embargo, cuando el empate parecía firmado, apareció Iván Azón para marcar el 2-3 definitivo y sellar el cuarto triunfo consecutivo del equipo de Fàbregas, todos con tres goles anotados.

El club italiano llegará a Barcelona con el ánimo encendido y una imagen polémica, mientras que el Betis deberá recomponer su imagen tras una batalla que dejó mucho que desear. El Gamper promete emociones… y tensión.