Remontada monumental: Palestina deja en crisis a Túnez con un 2-2
Palestina escribió otro capítulo épico en la Arab Cup: del 0-2 al 2-2 ante una Túnez que volvió a naufragar en momentos clave. Un gol agónico encendió la ilusión palestina y aumentó la presión sobre un gigante que sigue sin ganar.
Una remontada que sacudió la Arab Cup: Palestina revive en el momento justo
El Palestina vs Túnez prometía ser un choque directo por el futuro del Grupo A, pero terminó convirtiéndose en un partido que dejó señales opuestas para ambos lados. Palestina, que venía de dar la sorpresa ante el anfitrión, volvió a mostrar un corazón competitivo que ya parece ser marca registrada. En contraste, Túnez sumó otra noche frustrante, incapaz de sostener ventajas y dejando dudas que crecen partido a partido.
El 2-2 final no solo repartió puntos: dejó un mensaje claro. Palestina ya no es la invitada incómoda de otros torneos. Es un equipo que compite, responde y golpea cuando parece abatido. Túnez, por su parte, continúa una caída que preocupa en todo el entorno del fútbol magrebí.
Túnez golpea primero... y después se desmorona de manera inexplicable
Durante una hora, el partido parecía encaminado a una victoria cómoda para los tunecinos. El veterano Amor Layouni abrió el marcador temprano, adelantando a una selección que lucía tranquila y bien plantada. Poco después, Firas Chaouat amplió la ventaja y el 0-2 alimentó la sensación de que Túnez había recuperado la memoria competitiva.
Pero esa ilusión duró poco. Lo que siguió fue una repetición de errores ya vistos: pases imprecisos, falta de intensidad en la presión y un desplome emocional que ya preocupa al cuerpo técnico. Palestina olió sangre y cambió el ritmo del juego, empujando con decisión ante una Túnez que cada minuto lucía más frágil.
El despertar palestino: orgullo, presión y un gol que cambió todo
El descuento llegó con Hamed Hamdan, que aprovechó una desconcentración en la defensa tunecina para revivir al equipo y al público. Ese gol fue más que un 1-2: fue una demostración de poder. Palestina se encendió, convirtió cada duelo en una batalla y obligó a Túnez a refugiarse en su área.
El reloj avanzaba y parecía que Túnez iba a resistir. Pero como ha ocurrido en sus últimos encuentros, los minutos finales fueron una sentencia. Al 85’, Zaid Qunbar apareció para empujar el gol del empate, desatando la euforia de los Leones de Canaán. Un tanto que puede valer oro en la lucha por los cuartos… y que deja en evidencia la fragilidad tunecina en los cierres.
Un empate con sabor a triunfo… y un gigante en crisis
Para Palestina, este 2-2 es una declaración de identidad: un equipo que no baja los brazos, que compite con valentía y que ha demostrado que puede enfrentarse de tú a tú con selecciones históricamente superiores. El sueño de los cuartos de final está más vivo que nunca.
Para Túnez, la lectura es completamente distinta. Dos partidos sin ganar, errores repetitivos y un rendimiento que se derrumba bajo presión. Las alarmas están encendidas y la sensación de crisis es real: esta selección no encuentra respuestas ni en defensa ni en los momentos clave.
La Arab Cup aún no termina, pero el panorama es claro: Palestina está creciendo… y Túnez está perdiendo confianza a pasos acelerados.














