La Supercopa de España 2025 dejó imágenes inolvidables, pero ninguna tan simbólica como la euforia desatada de Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, tras la contundente victoria de su equipo por 2-5 frente al Real Madrid. En el Estadio King Abdullah de Yeda, Laporta pasó de la calma en el palco a la celebración desbordada junto a los jugadores en el césped.

Laporta: líder institucional y aficionado entregado

Instado por los jugadores, especialmente por Raphinha, quien lideró la invitación, Laporta no dudó en sumarse a la fiesta. De rodillas sobre el césped, el presidente alzó el trofeo y saltó de alegría junto al equipo, en una muestra de pasión y cercanía. Este gesto refleja la conexión de Laporta con el vestuario, un elemento clave en momentos de presión, como las recientes complicaciones administrativas con las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor.

El triunfo también marcó el primer título bajo la dirección del alemán Hansi Flick, cerrando una sequía de un año y medio sin trofeos. Para el Barcelona, esta victoria no solo significó una reivindicación deportiva, sino también un alivio emocional tras un cierre de 2024 lleno de dudas.

De la cordialidad a la euforia

Previo al pitido final, Laporta mantuvo una postura institucional al compartir un breve y protocolario encuentro con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid. Sin embargo, su transformación al término del partido capturó la esencia de un aficionado culé. Este contraste dejó imágenes virales que destacaron tanto su profesionalismo como su genuino amor por el club.