Messi alcanza los 114 con Argentina

El último partido de Lionel Messi con la Albiceleste fue un auténtico espectáculo. Con un doblete ante Venezuela, el capitán argentino llegó a 114 goles con su selección, consolidándose como el máximo goleador histórico de Argentina y también de las Eliminatorias Sudamericanas. Una marca impresionante que lo mantiene en lo más alto de la historia de la Conmebol.

Sin embargo, el brillo de la noche también tuvo un contraste: Messi no estará presente en el próximo duelo de Argentina, que mañana visitará a Ecuador. El cuerpo técnico decidió reservarlo para evitar cualquier riesgo físico y garantizar que llegue en plena forma al cierre de temporada con Inter Miami.

Cristiano responde con contundencia

Apenas unos días después, Cristiano Ronaldo volvió a dejar claro que su vigencia sigue intacta. El astro portugués marcó también un doblete con Portugal, alcanzando la asombrosa cifra de 140 goles con su selección. Una ventaja de 26 tantos sobre Messi que, a estas alturas de sus carreras, parece prácticamente imposible de recortar.

Ronaldo, además, estará disponible para el siguiente partido de Portugal en las Eliminatorias de la UEFA, este martes contra Hungría, una muestra más de su ambición por seguir ampliando registros históricos.

Una rivalidad interminable

Los números reflejan lo que muchos sienten: la rivalidad entre Messi y Cristiano no ha perdido fuerza. Lo que comenzó hace más de 15 años con sus batallas en Real Madrid y Barcelona, sigue marcando la conversación mundial del fútbol.

Cada actuación de uno provoca inevitablemente la comparación con el otro, y el intercambio de dobletes en sus selecciones es el ejemplo perfecto. Aunque ambos transitan el ocaso de sus carreras, mantienen la llama de una competencia que ha marcado a toda una generación.

Camino al Mundial 2026

Todo apunta a que el último capítulo de esta rivalidad se escribirá en el Mundial 2026 en Estados Unidos, México y Canadá. Si el destino los vuelve a cruzar, será la culminación de una era irrepetible, donde dos gigantes se empujaron mutuamente a niveles de grandeza que pocos podrán alcanzar.