Parecía el día. Todo estaba puesto para que Harry Kane rompiera su sequía y levantara por fin el primer título de su carrera. Pero no. En un desenlace dramático, el RB Leipzig empató 3-3 con un gol de Yussuf Poulsen en el minuto 90, y el Bayern Múnich vio cómo la Bundesliga se le escapaba de las manos por ahora.

Lo que pudo ser una noche de celebración en el Allianz Arena se transformó en una escena repetida para Kane: quedarse a nada de la gloria.

Una pesadilla que no termina para el inglés

Desde que debutó profesionalmente, Harry Kane ha sido sinónimo de goles y constancia, pero también de frustración. Subcampeón con el Tottenham en todas las competencias posibles, el delantero inglés llegó a Múnich buscando títulos inmediatos. Sin embargo, el destino volvió a jugarle en contra justo cuando estaba a punto de romper la racha.

Con el marcador 3-2 a favor del Bayern y el reloj llegando al final, todo indicaba que la Bundesliga sería bávara. Pero un descuido defensivo permitió que Poulsen anotara el 3-3 definitivo, arruinando los festejos y prolongando la espera para Kane.

Un partido que lo tenía todo

Los goles de Kane, Musiala y Sané parecían encaminar al Bayern al campeonato. Leipzig, por su parte, nunca bajó los brazos. Primero acortó distancia con Šeško, luego igualó parcialmente con Xavi Simons, y finalmente, cuando todo parecía definido, Poulsen silenció el estadio.

Con este resultado, el Bayern aún lidera la tabla, pero no pudo sellar el título este sábado. Todo se definirá en las últimas jornadas, con la presión creciendo y el fantasma de la “maldición” volviendo a rondar a Kane.