El Bayern de Múnich sufrió una humillante derrota en Rotterdam (0-3) ante un sólido Feyenoord, en el mismo estadio donde Francia conquistó la Euro 2000. Los neerlandeses, que esta temporada ya habían empatado contra el Manchester City tras un espectacular 3-3 en Champions, volvieron a exhibirse frente a un gigante europeo, esta vez sin conceder goles.

Tras el descalabro, Joshua Kimmich no ocultó su frustración. "Esto no se debe a la mala suerte. Estamos dejando demasiadas cosas al azar. Cuando veo las ocasiones que generamos, lo que invertimos para crear oportunidades, las que desperdiciamos y lo fácil que se lo ponemos a los rivales para marcarnos... Esto ya lo vimos ante Wolfsburgo y Hoffenheim. En la Champions, eso te castiga. A pesar de nuestras oportunidades, no merecimos ganar", afirmó el internacional alemán.

La crítica de Kimmich fue aún más contundente al evaluar el nivel actual del equipo: "La clasificación no miente. Debemos admitir que ahora mismo no somos un equipo de élite. Un equipo de élite no puede perder un partido como este. Nos falta algo". Estas declaraciones buscan despertar al colectivo bávaro, que lidera la Bundesliga y está clasificado en Champions, pero que ve complicado llegar al Top 8 tras este golpe.

El Bayern depende de una victoria en la última jornada frente al Slovan Bratislava, ya eliminado y sin puntos, pero su clasificación a octavos no está asegurada. Si bien la derrota ante el Barcelona (1-4) fue dolorosa, esta última expone carencias inadmisibles para un club con la historia y ambición del Bayern.

Kimmich dejó claro que la situación actual no es aceptable: el Bayern no puede permitirse más errores si quiere mantenerse como un referente en Europa.