Una ausencia que llama la atención

A pesar de ser uno de los jugadores más desequilibrantes del Paris Saint-Germain, Ousmané Dembélé ha tenido un papel casi invisible en el Mundial de Clubes. No jugó en la fase de grupos y solo sumó unos minutos en los octavos de final ante el Inter Miami. Su falta de protagonismo podría achacarse a diferentes factores, pero muchos especulan con que también podría tratarse de una decisión técnica por parte de Luis Enrique.

¿Decisión técnica o precaución ante la lesión?

Desde el cuerpo técnico aseguran que el jugador no está en condiciones óptimas, por lo que ha sido relegado al banquillo por criterios tácticos. El atacante galo sufrió una lesión muscular hace casi un mes con la selección de Francia y Luis Enrique parece no querer arriesgar a su jugador. 

El entrenador español ha apostado por nombres como Désiré Doué, Bradley Barcola y Gonçalo Ramos, quienes no han logrado replicar la chispa que suele aportar Dembélé e incluso han decepcionado en cuanto a la cuota goleadora. 

Los números que respaldan su impacto

El equipo parisino sabe lo que pierde sin su número 10: desborde, cambio de ritmo, gol y presión alta. El jugador encarna a la perfección la figura del “falso nueve” que tanto promueve el entrenador español: un atacante con capacidad para retroceder, generar superioridad en el medio y, al mismo tiempo, romper en velocidad hacia el área rival.

Pese a que no convierte desde el 29 de abril, Dembélé acumula 33 goles y 15 asistencias en lo que va de la temporada, cifras que lo ubican como uno de los jugadores más determinantes del fútbol europeo.

Pero más allá de los datos fríos, su ausencia dejó huellas en el campo: la derrota por 1-0 ante Botafogo y una opaca victoria 2-0 frente a Seattle mostraron a un PSG sin profundidad ni desequilibrio, algo que ni Doué, ni Barcola, ni Ramos han podido resolver.

¿Cambio ante el Bayern Munich?

El duelo ante el Bayern Munich será el reto más duro para los parisinos hasta ahora. En ese contexto, la presencia de Dembélé podría ser decisiva. Si Luis Enrique decide devolverle la titularidad, su capacidad para romper líneas y asociarse en ataque puede marcar la diferencia en un partido de vida o muerte.