Sporting Cristal sumó su primer punto en la fase de grupos de la Copa Libertadores 2025 al empatar 2-2 frente a Cerro Porteño en Asunción. Fue el debut oficial en el banquillo celeste del técnico brasileño Paulo Autuori, quien mostró un planteamiento más equilibrado y logró que su equipo resistiera la presión en un escenario siempre complicado como la Nueva Olla.

Aunque el resultado no le permite a los peruanos salir del último lugar del Grupo G, fue un paso adelante en actitud y juego, en comparación con sus anteriores presentaciones. Palmeiras, con puntaje perfecto, lidera la zona, seguido de Cerro Porteño con 4 unidades. Bolívar, por su parte, se estanca con 3 tras caer ante el club brasileño.

Un golpe de ida y vuelta, pero con final celeste

El primer tiempo fue una auténtica montaña rusa de emociones. A los 37 minutos, el argentino Santiago González sorprendió con un remate cruzado que puso en ventaja a Sporting Cristal. Sin embargo, la respuesta del cuadro paraguayo fue inmediata. Apenas cinco minutos después, Cecilio Domínguez igualó las acciones con una gran jugada individual, encendiendo la tribuna local.

La presión no cesó y antes del descanso, a los 44, otro argentino, Federico Carrizo, aprovechó una precisa asistencia del propio Domínguez para marcar el 2-1 y darle la vuelta al marcador. En ese tramo del partido, Cerro Porteño parecía dueño absoluto del ritmo y el resultado.

Pero en el complemento, los dirigidos por Autuori ajustaron líneas, resistieron el asedio y apostaron por el contragolpe. El premio llegó cuando todo parecía perdido: en el minuto 92, el defensor peruano Rafael Lutiger se elevó en un tiro de esquina y selló el empate con un cabezazo certero que silenció el estadio.

Lo que viene

Con este empate, Sporting Cristal se mantiene con vida en la competencia. Su próximo reto será el 7 de mayo frente a Bolívar en el Estadio Nacional de Lima, mientras que Cerro Porteño recibirá al temido líder Palmeiras, en un partido que puede definir el rumbo del grupo.

A pesar de no haber conseguido aún una victoria, el equipo limeño mostró carácter, mejoría táctica y, sobre todo, no perdió la fe. Algo que, en torneos como la Libertadores, puede marcar la diferencia en el cierre de la fase de grupos.