La final de la Copa Sudamericana 2025 ya está aquí y Paraguay se prepara para recibir a miles de hinchas argentinos y brasileños que llevan semanas contando los días. Este sábado 22 de noviembre, Lanús y Atlético Mineiro se medirán en un duelo que promete más que un simple título continental. El escenario está marcado por la ilusión de ambos clubes… pero también por una historia que vuelve a cruzarlos en un momento decisivo.

Un antecedente que todavía pesa

Aunque esta será la primera vez que se enfrenten en una final de Sudamericana, no es el primer capítulo internacional entre el Granate y el Galo. Sus caminos ya se habían cruzado en 2014, cuando chocaron por la Recopa Sudamericana. Aquel duelo enfrentó al campeón de Copa Libertadores, Atlético Mineiro, contra el campeón de Sudamericana, Lanús.

El equipo brasileño, con figuras como Ronaldinho, mostró jerarquía en esa edición y terminó llevándose el trofeo al ganar ambos partidos. Lanús compitió, dio pelea, pero no logró revertir la superioridad de Mineiro en aquel momento. Diez años después, la historia ofrece una revancha en un escenario completamente distinto.

Paridad, revancha y sueños renovados

Hoy, tanto Lanús como Atlético Mineiro llegan con planteles más balanceados y con un rendimiento que les permite soñar a partes iguales. Para el club argentino, levantar este título significaría alcanzar su tercer trofeo internacional; para el cuadro brasileño, sería la oportunidad perfecta para volver a marcar territorio fuera de su país.

Pero el trayecto hasta esta instancia no fue sencillo. Lanús, líder del Grupo G, superó a Central Córdoba, Fluminense y Universidad de Chile en fases eliminatorias. Atlético Mineiro, segundo en su grupo, debió pasar por un repechaje: eliminó por penales a Atlético Bucaramanga, luego avanzó ante Godoy Cruz, Bolívar, y finalmente Independiente del Valle.

Una final con historia y cuentas pendientes

El historial previo favorece a Atlético Mineiro, pero la final llega en un contexto muy diferente. Lanús quiere saldar una deuda emocional de aquella Recopa; Mineiro busca reafirmar su peso internacional en una temporada marcada por la resiliencia.

Todo queda servido: dos clubes con pasado compartido, presente competitivo y un título continental en juego. La Copa Sudamericana vuelve a enfrentar al Granate y al Galo… y esta vez, el capítulo se escribe sin predicciones, pero con una intensidad que ya se palpa en el ambiente.