Fluminense es el primer finalista de la Libertadores
Fluminense espera en la final al ganador de la llave entre Palmeiras y Boca Juniors, que empataron 0-0 en el partido de ida.
Fluminense resucitó en el último suspiro para darle la vuelta a un partido que parecía perdido ante Internacional (1-2) y clasificarse de forma épica este miércoles a la final de la Copa Libertadores de 2023 con un gol y una asistencia del delantero argentino Germán Cano.
El equipo de Río de Janeiro buscará su primer título continental el 4 de noviembre en casa, en el estadio Maracaná, ante el vencedor de la semifinal que enfrenta al también brasileño Palmeiras y al argentino Boca Juniors.
Tras empatar en el partido de ida (2-2), el conjunto de Fernando Diniz se vio superado durante toda la primera mitad en el Beira-Rio de Porto Alegre, pero reaccionó a tiempo para neutralizar el tanto inicial del defensa argentino Gabriel Mercado en el minuto 9.
Inter perdonó la sentencia hasta en tres ocasiones por medio del ecuatoriano Enner Valencia y el 'Flu' lo aprovechó con los zarpazos in extremis de John Kennedy (m.81) y Cano (m.87).
Marcelo, ex del Real Madrid, fue fundamental al salir del lateral y convertirse en el director de orquesta de la escuadra de Río.
El Tricolor Carioca disputará así su segunda final de la Copa Libertadores, tras perderla en 2008 ante Liga de Quito.
El Inter, campeón en 2006 y 2010, marcó terreno desde el minuto uno con una presión asfixiante. Las miles de gargantas del Beira-Rio, transformado este miércoles en una caldera, le dieron el oxígeno necesario para encerrar a los visitantes.
Cano y Wanderson fueron los primeros en probar los nervios de los porteros de ambos equipos. Pero fue Mercado el que inauguró el marcador a la salida de un córner cobrado por Alan Patrick.
El ex del Sevilla se elevó más que dos rivales y cabeceó ante la mala salida de Fábio, que se quedó a medio camino y acabó por los suelos tras tropezarse con Nino.
La defensa del equipo carioca siguió haciendo aguas, con enormes espacios entre Marcelo y Felipe Melo. Al 'Flu' se le hacía de noche cada vez que pasaba de la línea de medio campo. No encontró ningún camino de salvación en la primera mitad.
Solo vio algo de luz cuando Marcelo salió del lateral y se convirtió en un centrocampista más. Liberado, el exmadridista dio algo de sentido al juego ofensivo de los pupilos de Diniz.
Ese movimiento les permitió tener algo de iniciativa y cobrar su primer saque de esquina en el minuto 40.
Los espacios que dejó Marcelo en defensa los aprovechó, sin embargo, el Inter para percutir con Valencia, Maurício y el español Hugo Mallo. Diniz, con cara seria, no paraba de hacer anotaciones.
El también seleccionador brasileño modificó el dibujo al descanso con la entrada del volante Martinelli y del delantero Kennedy. Felipe Melo y Alexsander, los sacrificados.
El mensaje era claro: atacar, atacar y atacar. El equipo dio notables muestras de mejoría. Marcelo seguía con total libertad de movimientos. El Inter se arremangó y empezó a montar trincheras delante de su área, con la idea de sentenciar a la contra.
Valencia a punto estuvo de hacerlo tras una galopada desde su casa que cortó in extremis Nino. El artillero ecuatoriano también falló un gol cantado al no acertar un cabezazo franco dentro en la entrada del área pequeña.
Poco después, falló un mano a mano casi en la secuencia y el Inter lo acabaría pagando.
En una de las pocas veces en que la defensa colorada estaba descolocada, Cano filtró un pase para la carrera de Kennedy, que picó con maestría ante Rochet en la recta final.
Empezaba otro partido de diez minutos en el cual el equipo de Eduardo Coudet se deshizo por completo. Cano culminaría la remontada al finalizar una jugada trenzada por Yony González y Kennedy.
Como broche final, Fábio se redimió de su error con un paradón a cabezazo de Luiz Adriano. Y ahí se fueron todas las esperanzas de Internacional para delirio del Fluminense.