El debut de River Plate en el Grupo E del Mundial de Clubes 2025 ante Urawa Red Diamonds dejó mucho más que un simple 3-1 en el marcador. Antes de que rodara el balón en el imponente Lumen Field de Seattle, una imagen llamó poderosamente la atención: Marius Høibråten, capitán del conjunto japonés, decidió no saludar a los futbolistas del equipo argentino en el protocolo previo, rompiendo con el espíritu deportivo que suele primar en este tipo de citas internacionales.

El hecho se produjo cuando los equipos ingresaban al campo. Los jugadores del Millonario formaron el tradicional pasillo de bienvenida, como lo indica el reglamento de la FIFA. Sin embargo, el defensor noruego desfiló frente a ellos sin siquiera amagar con extender la mano, a diferencia del resto de sus compañeros, que sí saludaron con normalidad. Las cámaras captaron la incredulidad de Germán Pezzella y Gonzalo Montiel, quienes se quedaron mirándolo fijamente tras el desaire.

El desprecio que encendió a River… y terminó con una derrota dolorosa

El gesto del capitán japonés se volvió rápidamente viral en redes sociales, donde muchos lo catalogaron de “antideportivo” y, tras el resultado, de “kármico”. Porque en el césped, River Plate fue claramente superior. A los 12 minutos, un centro de Marcos Acuña encontró solo a Facundo Colidio, que abrió el marcador con un cabezazo certero.

La figura del polémico Høibråten volvió a escena en el segundo gol: intentó un despeje de cabeza hacia su arquero, pero lo hizo mal y Sebastián Driussi aprovechó el error para marcar el 2-0. En la acción, el delantero argentino terminó lesionado y se teme una baja de consideración. Para colmo, el noruego tuvo un gol anulado minutos antes por fuera de juego, lo que encendió aún más los comentarios en redes.

El descuento japonés llegó de penal, obra de Yusuke Matsuo, pero la reacción fue efímera. Ya en la segunda mitad, Maximiliano Meza sentenció el partido con otro cabezazo tras un córner, nuevamente servido por Acuña.

A pesar del buen arranque en lo deportivo, Marcelo Gallardo no quedó del todo conforme. La lesión de Driussi, sumada a ciertas desatenciones defensivas, lo obligarán a ajustar piezas de cara al siguiente partido ante Rayados de Monterrey.

Sin embargo, más allá de lo futbolístico, el episodio con Høibråten quedó como uno de los momentos más comentados del día. Porque si bien el fútbol tiene lugar para gestos polémicos, en esta ocasión, River Plate respondió con goles y profesionalismo.