La primera edición del Mundial de Clubes FIFA con 32 equipos ya está en marcha y, mientras Lionel Messi abrirá el certamen liderando al Inter Miami ante Al Ahly este sábado en el Hard Rock Stadium de Miami, hay un gran ausente que llama la atención: el FC Barcelona.

El conjunto culé, fuera del selecto grupo de clubes clasificados, no solo pierde la oportunidad de competir por un nuevo título internacional, sino también queda al margen del espectacular reparto económico que ofrece este torneo, con un total de 1.000 millones de dólares en premios. La FIFA anunció que el campeón puede embolsarse hasta 125 millones, mientras que los equipos participantes ya aseguran entre 9 y 38 millones solo por formar parte de la competencia.

Para clubes de la talla del Barcelona, que atraviesan una compleja situación financiera, estar en este Mundial habría significado un ingreso clave. Solo por su condición de representante europeo, el club azulgrana podría haber recibido entre 12,8 y 38 millones de dólares, dependiendo de su rendimiento y el peso comercial de su marca. Cifras que en estos momentos se sienten como una oportunidad desperdiciada en Can Barça.

Messi listo para encarar el Mundial de Clubes

Mientras tanto, el torneo arranca con el argentino Leo Messi como figura central del partido inaugural. El campeón del mundo lidera al Inter Miami, equipo que accedió como ganador del Supporters’ Shield de la MLS 2024. A sus 37 años, Messi llega en un gran momento de forma, con 10 goles y 6 asistencias en apenas 13 partidos de liga. Además, ha sido distinguido como el mejor jugador del mes en la liga estadounidense.

El equipo dirigido por Javier Mascherano, que también cuenta con figuras como Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba, buscará dar la sorpresa en un grupo que comparten con Palmeiras y Oporto.

Por su parte, el rival del debut, Al Ahly, es una de las potencias africanas, con 12 títulos de la Champions de la CAF y dirigido ahora por el español José Riveiro.

Mientras el mundo mira a Miami y se ilusiona con el torneo que repartirá cifras sin precedentes, el Barcelona tendrá que conformarse con mirar desde fuera… y lamentar los millones que no ganará.