En una tarde vibrante en el Lumen Field, el Paris Saint-Germain aseguró su pase a los octavos de final del Mundial de Clubes con una sólida victoria por 2-0 ante los Seattle Sounders, con goles de Achraf Hakimi y Khvicha Kvaratskhelia. Mientras el equipo francés mostró su jerarquía sobre el césped, en las tribunas se vivió una verdadera fiesta de fútbol global.

Familias divididas, pasión compartida

Una de las escenas más curiosas la protagonizó una familia local: padre hincha de los Sounders, hijo fanático del PSG. “Él va con París, yo soy de Seattle desde siempre”, contaban entre risas. Otro aficionado resumía el sentimiento de muchos: “Apoyo a los dos. PSG es nuestro equipo en Europa, pero Seattle es nuestra casa.”

Algunos viajaron desde Vancouver, otros son seguidores del PSG desde los años 80. “Vinimos manejando desde Canadá. Vamos a Francia todos los años, pero es la primera vez que los vemos en Estados Unidos. Es un sueño cumplido,” decía una aficionada emocionada.

Dembélé, Pacho… y el sueño del título

Entre los nombres más mencionados, Ousmane Dembélé se llevó elogios como “futuro Balón de Oro”. Pero también sorprendió el cariño por Willian Pacho, el defensor ecuatoriano: “Es el mejor. Infravalorado, pero clave,” comentó un fanático.

Tras el triunfo, la ilusión está a tope. “Tienen talento, tienen profundidad. PSG puede llegar lejos,” aseguraban varios hinchas. Aunque otros fueron más cautos: “Mientras no se crucen con el Madrid demasiado pronto, pueden ganarlo.”

Respeto para los Sounders

Del lado local, la derrota no borró el orgullo. “No podés jugar contra el mejor equipo del mundo y esperar pasar caminando,” dijo un aficionado. “Seattle dio pelea.”

Los fans recordaron con cierta frustración una jugada clara: el remate fallido de Ferreira, con el arco vacío tras una salida de Donnarumma, como una oportunidad que pudo cambiar la historia.