La dura eliminación del Real Madrid en semifinales del Mundial de Clubes (4‑0 ante el PSG) no solo dejó dudas en torno a Rodrygo Goes. El desempeño de Raúl Asencio —canterano que ilusionó al principio de la temporada— ha encendido las alarmas de cara al mercado veraniego. Según medios españoles, la dirección deportiva y Xabi Alonso ven con buenos ojos la marcha de ambos futbolistas para aligerar la plantilla y dar paso a los jóvenes que sí respondieron en el torneo, como Gonzalo García.

El caso de Asencio es paradigmático: pasó de ser la revelación defensiva a convertirse en un problema. Disputó solo 140 minutos repartidos en cuatro partidos, vio una tarjeta roja y protagonizó tres acciones decisivas que terminaron en gol rival. Cometió el penalti del empate ante Al Hilal, fue expulsado a los siete minutos contra Pachuca por derribar al último hombre y, ya en semifinales, un mal control dentro del área permitió a Ousmane Dembélé robarle el balón para el primer tanto parisino. Sus duelos defensivos ganados cayeron del 75 % en Liga al 40 % en el torneo. Con esos números, el club le buscaría una cesión o una venta definitiva.

La situación de Rodrygo no es menos compleja. El brasileño apenas jugó 109 minutos (tres partidos y una asistencia) y perdió el puesto ante el citado Gonzalo García. Su sequía goleadora —15 encuentros sin marcar— y la competencia con Vinícius Júnior, Kylian Mbappé y el recién llegado Brahim Díaz lo dejan sin espacio claro. Xabi Alonso insiste en que “rotará más cuando empiece la temporada”, pero dentro de Valdebebas consideran una buena oferta como la solución más lógica.

Entre los posibles destinos se menciona a clubes de la Premier League y la Serie A, atraídos por la edad (24 años) y el talento de Rodrygo, mientras que Asencio es visto con interés por equipos de la zona media de LaLiga. La idea del Madrid es ingresar dinero para reforzar posiciones clave —un lateral derecho y un mediocentro suplente— y, al mismo tiempo, liberar minutos para canteranos como Dean Huijsen y Gonzalo García.

Así, el verano promete movimiento en la Casa Blanca. La goleada ante el PSG no solo dolió por el resultado; también sirvió de termómetro para medir quién está preparado para sostener el nuevo proyecto de Xabi Alonso… y quién deberá buscar un nuevo destino.