Cuando Luka Modric aterrizó en el Real Madrid en 2012, no todos lo recibieron con los brazos abiertos. Desde la prensa catalana, el diario Sport calificó su fichaje como “una cortina de humo” y llegó a titular que el club blanco había tirado “42 millones para tapar vergüenzas”. Incluso, en su presentación oficial, el presidente Florentino Pérez evitó dar la cara, delegando la aparición pública en Emilio Butragueño, entonces director de relaciones institucionales, quien tuvo que desmentir que la incorporación del croata respondiera a una maniobra para calmar la crisis tras una derrota ante el Getafe.

Trece años después, Modric se marcha como una leyenda viva del club, habiendo respondido a todas las críticas de la única manera que conoce: con fútbol y títulos.

El inicio silencioso de una carrera inmensa

Procedente del Tottenham, Modrić llegó con perfil bajo, sin hacer ruido, portando el dorsal 19 y con la difícil tarea de ganarse un lugar en un centro del campo repleto de estrellas. El ‘10’ no le pertenecía entonces. Pero a base de calidad, esfuerzo y liderazgo silencioso, el croata se consolidó como el corazón del Real Madrid. A día de hoy, el dorsal 10 le pertenece por derecho propio.

En 2018 alcanzó la cima individual al ganar el Balón de Oro, rompiendo la histórica hegemonía de Messi y Cristiano Ronaldo. Ese mismo año fue pieza clave en el Real Madrid y guió a Croacia hasta la final del Mundial, convirtiéndose en un símbolo global del fútbol.

Un palmarés que habla por sí solo

A lo largo de su trayectoria en el club blanco, Modric ha acumulado un palmarés digno de los más grandes:

• 6 Champions League
• 5 Mundiales de Clubes
• 4 Ligas
• 5 Supercopas de Europa
• 2 Copas del Rey
• 4 Supercopas de España
• 1 Copa Intercontinental

Cada título fue una demostración de su clase. Temporada tras temporada, Modric no solo jugó bien: marcó una época. Se convirtió en brújula, motor y líder del vestuario. Dentro y fuera del campo, fue un ejemplo de compromiso, humildad y excelencia.

El último servicio de una leyenda

Modric ofrecerá su último servicio al Real Madrid en el Mundial de Clubes, donde pondrá fin oficialmente a una de las etapas más exitosas en la historia del club. A sus 39 años, se despide con la admiración de la afición y el respeto del mundo del fútbol.

Aquel jugador que fue criticado antes de debutar, hoy deja el club por la puerta grande, con la frente en alto y el cariño eterno del madridismo.

Luka Modric no fue una cortina de humo. Fue historia. Y todavía lo es.