A pesar de la decepción que pudo haber generado entre la parroquia azulgrana el fallido fichaje de Nico Williams por el Barcelona, los planes iniciales tanto del club como del jugador siguen intactos, según cuenta el diario Sport. 

La estrategia original estaba pensada a largo plazo, cuando el extremo renovó su contrato con el Athletic Club. La idea era que todos los involucrados quedaran satisfechos: el Athletic podría retener a su joven estrella por una temporada más, Nico dejaría al club con una importante inyección económica de 60 millones de euros (66 millones de dólares), y el Barça tendría tiempo para reorganizar sus finanzas.

Sin embargo, la Eurocopa cambió por completo el panorama. Nico Williams explotó como una figura clave, y su conexión en el campo con Lamine Yamal generó enormes expectativas. Ante esto, el Barcelona consideró que no tenía sentido esperar. 

Tanto Joan Laporta como el director deportivo Deco tomaron acción, dispuestos a hacer esfuerzos financieros significativos para asegurar la llegada de Williams y Dani Olmo, pero la presión que Nico sintió en Bilbao lo llevó a dar un paso atrás en el último momento.

A pesar de este revés, el plan a largo plazo sigue en marcha. Nico Williams no planea estar más de un año en el Athletic y no considera renovar.

Todo apunta a que, aunque el Barça no logró ficharlo este año, el objetivo, de acuerdo con el citado medio, es traerlo en junio de 2025. Cualquier posible tensión entre el jugador y el club catalán parece ser algo temporal y fácilmente superable, quedando en el olvido tras unos días.

Así, el Barcelona mantiene su interés firme por el extremo, confiando en que el fichaje se materialice en el futuro cercano, cuando las condiciones sean más favorables para todas las partes.