El Real Madrid dejó escapar dos puntos cruciales en Vallecas tras un vibrante empate 3-3 contra el Rayo Vallecano, un resultado que podría beneficiar al Barcelona en su lucha por mantenerse en la cima de la clasificación. Sin embargo, más allá del marcador, el foco de atención estuvo en Vinícius Jr., quien protagonizó un controvertido episodio que ha generado críticas por su actitud.

El brasileño, que comenzó el partido en el banquillo debido a la estrategia de Carlo Ancelotti para reservarlo de cara al Mundial de Clubes, ingresó en la segunda mitad con la intención de cambiar el rumbo del encuentro. Aunque mostró destellos de su habilidad en el campo, su comportamiento fue el que terminó marcando la noche.

En el minuto 74, tras una falta señalada en su contra, Vinícius protestó airadamente al árbitro Martínez Munuera, quien le mostró la tarjeta amarilla. En lugar de calmarse, el extremo blanco continuó con sus quejas, una actitud que dejó en evidencia su frustración y falta de control emocional. Este episodio se sumó a una larga lista de acciones polémicas del jugador, que terminó acumulando su quinta amarilla de la temporada, dejándolo fuera del próximo partido de Liga contra el Sevilla.

Un feo gesto

Pero lo más criticado llegó al final del partido. Mientras abandonaba el campo, visiblemente molesto por el resultado y la sanción, Vinícius se dirigió a los aficionados del Rayo con un gesto que encendió la polémica. Según varios testigos, el brasileño miró a la grada –llena en gran parte de niños y familias– y lanzó un despectivo "a Segunda", acompañando sus palabras con gestos hacia los hinchas locales.

El incidente no tardó en desatar una ola de críticas en redes sociales y entre los seguidores del Rayo, quienes lo calificaron como una muestra de antideportividad y falta de respeto. Por su parte, algunos sectores de la afición madridista defendieron al jugador, alegando que las provocaciones de los hinchas rayistas durante el partido fueron constantes.

Este gesto de Vinícius no es el primero en despertar controversia, ya que el brasileño ha estado en el centro de varias discusiones sobre su comportamiento dentro y fuera del campo. Mientras sus habilidades como jugador son indiscutibles, episodios como este vuelven a cuestionar su profesionalismo y madurez en situaciones de alta tensión.

En una rueda de prensa posterior, Carlo Ancelotti evitó profundizar en el tema y prefirió centrarse en el análisis del partido, aunque destacó que "es importante mantener la compostura en cualquier situación".

Este episodio deja una marca amarga en una noche que debía ser de fútbol y emoción, y reabre el debate sobre la necesidad de mayor autocontrol por parte de las estrellas en un deporte que constantemente está bajo la lupa mediática.