Kylian Mbappé se encuentra en una situación inusual al regresar a los entrenamientos del Real Madrid en Valdebebas durante el parón internacional. Habitualmente, la estrella francesa es un fijo en la convocatoria de la selección, pero esta vez ha quedado fuera de la lista de Didier Deschamps para los próximos compromisos internacionales. ¿El motivo? Una decisión táctica, lo que ha sumado incertidumbre en torno a su futuro.

Aunque esta ausencia de la selección podría parecer un golpe para el impulso de Mbappé, también le ofrece la oportunidad de refugiarse en Madrid. Carlo Ancelotti y el Real Madrid han acogido su presencia durante el parón, permitiéndole centrarse en recuperar su mejor nivel, alejado del ruido mediático que suele acompañarle. Sin embargo, las sensaciones del jugador respecto a esta situación inesperada aún son inciertas.

Mbappé Ya No Es El Máximo Goleador

A lo que se suma la dificultad de Mbappé en este momento es que, por primera vez en años, ya no es el máximo goleador de su club. Esta es una rareza para un jugador que ha dominado las estadísticas de goleadores en el PSG desde su llegada en 2017. Aunque en su primera temporada no logró superar los 40 goles de Edinson Cavani, desde la segunda campaña Mbappé se convirtió en el líder indiscutido del ataque parisino. No solo se quedó con el Pichichi de la Ligue 1 temporada tras temporada, sino que también se situó muy por delante de Neymar y Cavani.

Sin embargo, ahora, tres meses después del inicio de la temporada, Mbappé ya no es el máximo goleador del Real Madrid. Vinícius Júnior ha tomado el liderato, gracias a una impresionante racha de tripletes consecutivos, los últimos ante Borussia Dortmund y Osasuna, que lo han llevado a 12 goles. Mientras tanto, Mbappé suma 8 tantos tras 16 partidos disputados. Su racha negativa, sin marcar en los últimos cuatro encuentros (Dortmund, Barcelona, Milan y Osasuna), ha aumentado la presión sobre el delantero francés.

Un Periodo de Reflexión y Expectativa

El hecho de que Mbappé no haya logrado anotar en sus últimos partidos ha dejado al jugador frustrado y con una carga emocional considerable. El parón internacional, que podría haber sido una oportunidad para recuperarse, ha añadido más tensión a su situación. Ancelotti, al tanto de la racha negativa de su estrella, optó por no sustituirlo en el duelo ante Osasuna, con la esperanza de que Mbappé rompiera su sequía antes del parón, evitando así que se sumiera en la ansiedad de una larga espera sin goles.

Esta "sequía" es un territorio desconocido para un jugador que ha sido sinónimo de goles. Está claro que Mbappé está atravesando un período de incertidumbre tanto personal como profesional, no solo en relación con su situación en la selección, sino también en su papel en el Madrid, donde su tradicional liderazgo como máximo goleador está siendo retado.

A medida que pasan los días, todas las miradas estarán puestas en el regreso de Mbappé. Queda por ver si este tiempo de reflexión y recalibración en Madrid le permitirá retomar su nivel habitual. Lo que es seguro es que el delantero francés enfrenta uno de los momentos más desafiantes de su carrera, tanto a nivel mental como en el terreno de juego.