El 9 vuelve a estar libre… y no es cualquier número

Con el cambio oficial de Kylian Mbappé al dorsal ‘10’, el legendario ‘9’ del Real Madrid vuelve a quedar sin dueño. Después de una temporada estelar del francés —con 44 goles y la Bota de Oro incluida—, la camiseta más simbólica del club queda vacante y la pregunta es inevitable: ¿quién será el siguiente?

Según información de El Español, la pelea está entre dos nombres: Endrick, la joya brasileña fichada a futuro, y Gonzalo García, la revelación inesperada del Mundial de Clubes. Ambos representan proyectos muy distintos, pero comparten una ambición: dejar su huella con el dorsal más pesado de la Casa Blanca.

Endrick: jerarquía y proyección

Con apenas 18 años, Endrick ya conoce el vestuario blanco. Aunque su primer año no fue deslumbrante, su fichaje multimillonario lo posiciona como una apuesta a largo plazo. Lleva el número 16, pero todos saben que fue traído para cosas grandes.

Su talento, físico y experiencia con la selección de Brasil lo convierten en el heredero natural… al menos sobre el papel. Sin embargo, aún no ha explotado del todo y la presión por ser el 'nuevo fenómeno' podría jugar en su contra si no se consolida rápido.

Gonzalo García: la sorpresa del Mundial de Clubes

Pocos lo esperaban, pero Gonzalo García rompió todos los pronósticos. A sus 20 años, deslumbró en el Mundial de Clubes con goles, carácter y una presencia que no pasó desapercibida. Usa el dorsal 30, pero su nombre ya está en boca de todos.

El club valora su madurez, su perfil goleador y, sobre todo, el impacto inmediato que ha tenido. Mientras Endrick todavía busca regularidad, Gonzalo ya hizo méritos para que lo consideren seriamente como el próximo ‘9’ merengue.

Una decisión que marcará una era

El dorsal ‘9’ no es cualquier número en el Real Madrid. Lo han llevado leyendas como Di Stéfano, Hugo Sánchez, Ronaldo Nazário, Benzema y Cristiano Ronaldo. No se trata solo de talento, sino de personalidad, liderazgo y mentalidad ganadora.

La elección entre Endrick y Gonzalo no será fácil, pero definirá mucho más que un número: puede marcar el rumbo del nuevo ataque blanco.