Lamine Yamal, una de las promesas más ilusionantes del FC Barcelona, podría verse envuelto en un serio problema legal y económico tras la celebración de su cumpleaños número 18. Lo que debía ser una noche de alegría y festejo por alcanzar la mayoría de edad, se ha transformado en el centro de una fuerte controversia pública.

El joven delantero organizó una ostentosa fiesta privada en la que contrató personas con enanismo como parte del entretenimiento. Las imágenes de este evento se filtraron rápidamente en redes sociales, provocando una ola de críticas y reacciones institucionales. Varias organizaciones que representan a personas con discapacidad en España denunciaron el hecho por considerar que se trató de un espectáculo degradante.

"Esto no es inclusión, es cosificación disfrazada de humor", aseguró una asociación que condenó lo ocurrido. La polémica fue tan grande que el Ministerio de Derechos Sociales solicitó una investigación formal a la Fiscalía, al Defensor del Pueblo y a la Oficina de Delitos de Odio. De comprobarse una infracción, Lamine Yamal podría enfrentar sanciones de entre 600.000 y un millón de euros.

Silencio desde el FC Barcelona mientras crece la presión

Ni el jugador ni el FC Barcelona han emitido declaraciones oficiales, lo que ha intensificado las críticas hacia el entorno del futbolista. El director general de Derechos de las Personas con Discapacidad fue tajante: “Contratar personas con enanismo para divertir a otros en una fiesta privada es indigno, nos devuelve a tiempos que creíamos superados”.

Uno de los contratados para el evento defendió públicamente su participación, alegando que no se sintió ofendido y que tiene derecho a trabajar. Sin embargo, para las organizaciones defensoras de derechos humanos, esto no exime al jugador de la responsabilidad social que implica su figura pública.

Una renovación que pasó a segundo plano

Curiosamente, esta situación se dio en paralelo a uno de los momentos más importantes en la joven carrera de Lamine Yamal. El delantero renovó su contrato con el Barcelona hasta 2031 y recibió el icónico dorsal '10', anteriormente usado por leyendas como Lionel Messi, Ronaldinho y Maradona. “Messi ha hecho su camino y yo voy a hacer el mío”, declaró el joven con emoción tras estampar su nombre en la nueva camiseta.

Sin embargo, la atención mediática se ha centrado en la polémica fiesta. Lo que debía ser un momento de consagración pública, podría convertirse en una crisis de imagen para el jugador y para el club.