El Real Madrid confirmó que Trent Alexander-Arnold estará alejado de las canchas por más de dos meses, después de que los exámenes médicos detectaran una lesión en el recto anterior del cuádriceps izquierdo. La noticia cayó como un jarro de agua fría en Valdebebas, donde el inglés había logrado consolidarse en el XI tras semanas de progresión y plena confianza del cuerpo técnico.

Su golpe llegó en San Mamés, cuando tuvo que abandonar el partido al minuto 54. Era su cuarto duelo consecutivo como titular, un escenario impensado hace solo unas semanas, considerando que venía de superar una lesión muscular en el bíceps femoral que lo mantuvo fuera desde mediados de septiembre hasta finales de octubre.

Un regreso cuidadoso que terminó frenado en seco

Tras recuperarse de aquella primera lesión, Alexander-Arnold fue entrando en rotación con minutos muy medidos, primero en Anfield y luego en Vallecas, antes de aprovechar el parón de selecciones para afinar su estado físico en la Ciudad Deportiva.

Ese trabajo individual rindió frutos: encadenó cuatro titularidades, se mostró sólido y parecía haber encontrado estabilidad… hasta este nuevo percance.

De acuerdo con la planificación médica y deportiva, el inglés se perderá cerca de ocho partidos de Liga, la Supercopa de España, toda la fase liga de Champions League, además de las rondas iniciales de la Copa del Rey en las que avance el equipo.

Una posición sin dueño y un problema recurrente

El golpe para Xabi Alonso es doble: la baja de Alexander-Arnold coincide con la ausencia prolongada de Dani Carvajal, quien continúa recuperándose de una artroscopia en la rodilla derecha y no volverá hasta 2026. Esto deja nuevamente al equipo sin lateral derecho natural y reabre un viejo recurso táctico: la posibilidad de que Fede Valverde actúe en esa banda, como ya ocurrió en otros momentos de emergencia.

Para un Madrid que pelea en todos los frentes, esta lesión llega en el peor momento posible. Para Trent, en el mejor que había tenido desde que aterrizó el 12 de junio.