Vinícius en el ojo del huracán: los gestos que incendiaron San Mamés
La tensión volvió a instalarse en el fútbol español y LaLiga ha elevado una nueva denuncia por episodios violentos y comportamientos ofensivos registrados durante los duelos adelantados de la jornada 19 por la disputa de la Supercopa. El organismo detalló un total de nueve incidentes en el Athletic Club vs Real Madrid, donde se escucharon cánticos dirigidos contra Marco Asensio y Vinicius Junior, incluyendo expresiones insultantes provenientes de un sector de la grada de animación de San Mamés.
El informe también menciona comportamientos similares en el Barcelona vs Atlético de Madrid, donde aficionados locales lanzaron insultos hacia el conjunto rojiblanco y seguidores visitantes respondieron con cánticos despectivos contra el cuadro azulgrana. LaLiga recordó que, a través de la plataforma LALIGAVS, recopila reportes y sugerencias de los asistentes para combatir la violencia en los estadios, insistiendo una vez más en la necesidad de contar con mayores competencias disciplinarias para erradicar estas conductas.
El gesto que desató otro incendio alrededor de Vinicius
Mientras el foco institucional apuntaba a los cánticos, la discusión pública volvió a girar inevitablemente hacia Vinicius, protagonista de otra polémica que ha recalentado el ambiente. Aunque el Real Madrid firmó una actuación convincente ante el Athletic Bilbao, el brasileño volvió a quedar señalado por su reacción con la grada, un capítulo que se repite con preocupante frecuencia.
Con el partido prácticamente decidido, el extremo se acercó a la banda y recibió una lluvia de insultos desde las tribunas. Lejos de ignorarlos, respondió mostrando tres dedos, en alusión a los goles que su equipo llevaba en ese momento. El gesto, tan característico en él como divisivo, encendió aún más los ánimos en el estadio y reavivó el debate sobre su comportamiento en escenarios hostiles.

Acto seguido, Xabi Alonso optó por sustituirlo por Rodrygo, una decisión que vino acompañada de una sonora pitada de San Mamés. Para el brasileño, los abucheos lejos del Santiago Bernabéu se han convertido en rutina, mientras que para el Madrid reabre un dilema interno: cómo gestionar a un jugador determinante dentro del campo pero cada vez más polémico fuera de él.
Un problema que trasciende a un solo jugador
La nueva denuncia de LaLiga y el episodio de San Mamés vuelven a evidenciar un clima crispado que afecta al espectáculo y pone en cuestión los límites del comportamiento en los estadios. El caso de Vinicius no es aislado, pero sí recurrente y simbólico. Entre gestos, insultos y reacciones desmedidas, el fútbol español continúa buscando una solución que proteja a los jugadores y a la vez promueva un ambiente más saludable.
En el centro de todo, otra vez, el brasileño: figura desequilibrante en la cancha, pero atrapado en un huracán mediático del que, por ahora, no logra salir.






















