El París Saint-Germain volvió a vivir una noche de emociones intensas en el Parque de los Príncipes, donde un gol de Gonçalo Ramos en el tiempo añadido selló una sufrida victoria 2-1 sobre el Niza. El portugués, que disputaba su partido número 100 con la camiseta parisina, se convirtió en el héroe inesperado al rescatar a un equipo que parecía condenado a otro empate en casa.

El encuentro fue un verdadero desafío para los dirigidos por Luis Enrique, que siguen mostrando dificultades para encontrar continuidad en su juego. Pese a dominar la posesión, el conjunto parisino careció de profundidad y claridad ofensiva durante gran parte del partido. El Niza, que llegaba con una racha de cuatro victorias consecutivas, complicó el desarrollo del encuentro con una defensa sólida y un planteamiento táctico que desactivó por momentos a las estrellas del PSG.

Ramos rescata al campeón en el descuento

Cuando el empate parecía definitivo, Luis Enrique decidió arriesgar con los cambios: ingresaron Ousmane Dembélé y Gonçalo Ramos en el minuto 72. La apuesta le salió perfecta. El delantero luso, que ya había avisado con un remate al poste en el 80’, aprovechó un centro preciso del georgiano Kvicha Kvaratskhelia en los minutos finales y conectó un cabezazo letal, imposible para el guardameta Yehvann Diouf.

El gol no solo selló los tres puntos, sino que también dio aire a un equipo que había sumado apenas una victoria en sus últimos cuatro partidos de liga. El propio Ramos, que celebró su tanto número 20 con el PSG, se mostró emocionado por marcar en una fecha tan simbólica: su partido número 100 con el club.

Luis Enrique respira antes del duelo con el Bayern

Más allá del heroísmo de Ramos, la otra noticia positiva fue el regreso de Fabián Ruiz, quien volvió a tener minutos tras superar una lesión muscular. Sin embargo, el técnico español sabe que su equipo necesita más contundencia de cara al próximo desafío: el Bayern Múnich, por la Champions League, donde el PSG buscará reafirmar su ambición continental.

Con esta victoria, el París Saint-Germain se mantiene como líder de la Ligue 1, perseguido de cerca por Mónaco, Marsella y Lens. Aunque el camino no fue brillante, el espíritu competitivo del equipo volvió a relucir en el momento justo. Una vez más, el campeón francés demostró que, incluso en la agonía, siempre encuentra una manera de ganar.