Después de una década repleta de emociones, goles y logros inolvidables, Son Heung-min ha dicho adiós al Tottenham Hotspur para sumarse al ambicioso proyecto de Los Angeles FC en la MLS. El delantero surcoreano, uno de los referentes del fútbol asiático, inicia así una nueva aventura tras marcar época en la Premier League.

Una despedida llena de gratitud y recuerdos imborrables

Con 33 años, Son deja atrás una trayectoria impresionante en el norte de Londres. Llegó al Tottenham en 2015 y desde entonces se convirtió en uno de los ídolos más queridos por la afición. En sus diez temporadas, anotó 173 goles, repartió 101 asistencias y se transformó en el primer jugador asiático en alzarse con la Bota de Oro de la Premier League en la campaña 2021-22.

El atacante surcoreano utilizó su cuenta de Instagram para despedirse del club y de sus seguidores. “Ha llegado el momento de cerrar este capítulo. El Tottenham Hotspur ha sido mi hogar durante los últimos diez años”, escribió con emotividad, recordando cómo fue recibido con cariño desde su llegada a Inglaterra.

Entre los momentos más destacados que compartió en su carta de despedida, mencionó su debut, el galardón al mejor gol del año (Premio Puskás), su Bota de Oro, y sobre todo, la conquista de un título europeo: “Convertirnos en campeones en Bilbao fue algo que nunca olvidaré. Esa noche vivirá con nosotros para siempre”.

Son no dejó pasar la oportunidad de agradecer a todos los que formaron parte de su etapa en el club: “Gracias por el amor, el apoyo y la fe en mí. A mis entrenadores, compañeros, personal del club y aficionados, gracias por estar en cada paso del camino: en los triunfos, las derrotas, las lesiones y las celebraciones”.

Ahora, Son Heung-min afrontará un nuevo reto en LAFC, donde buscará seguir brillando en el fútbol norteamericano y aportar su experiencia a un equipo que ha crecido notablemente en la MLS en los últimos años. La afición angelina ya lo espera con los brazos abiertos.

El legado de Son en Inglaterra ya está escrito con letras doradas. Y aunque cambie de continente, su historia aún tiene muchas páginas por escribir.