El Manchester City apaga el fuego y sale de la mala racha
El equipo dirigido por Pep Guardiola se reanimó con un triunfo apurado contra el Leicester City (0-2), con el que bordeó otro fiasco, mientras intenta recomponer su aspecto decaído.
Ni Erling Haaland, ni Kevin De Bruyne, ni Bernardo Silva, ni Phil Foden, ni nadie está en un nivel individual reconocible en el Manchester City, también muy lejos de sentirse bien como colectivo.
Guardiola y un presente inédito
En el partido 500 de Pep Guardiola al frente del Manchester City, el entrenador celebró su victoria número 355. Desde su llegada en 2016, ha conquistado 18 títulos —más que nadie en la historia del club—, incluyendo cuatro 'Premier League' consecutivas, un récord de puntos en una temporada (100 en la campaña 2017-18) y una Liga de Campeones. Sin embargo, su presente lo expone ante una situación desconocida. Impensable.
Hasta la visita al King Power Stadium este domingo, la crisis del equipo celeste era evidente: una victoria en sus últimos trece partidos, un triunfo en las nueve jornadas más recientes de la 'Premier', cinco duelos seguidos sin ganar como visitante y cuatro encuentros consecutivos sin gol de Erling Haaland, quien solo había anotado un tanto en los siete compromisos anteriores. Un panorama inaudito para el actual campeón.
Un triunfo que genera más preguntas que respuestas
El Manchester City necesitaba vencer al antepenúltimo de la tabla, y lo hizo. Sin embargo, más allá del marcador, el rendimiento del equipo dejó muchas dudas. La defensa concedió demasiadas ocasiones, y aunque arrancó con una posesión cercana al 85%, esta se redujo al 45% al final del partido. Lejos quedaron las exhibiciones dominantes que caracterizaban a este equipo.
A pesar de contar en su alineación con figuras como Kevin De Bruyne, Bernardo Silva, Phil Foden y Erling Haaland, la ausencia de Rodri se sintió profundamente. El español, clave en el equilibrio del equipo, es extrañado por su capacidad para manejar cada rechace, cada contragolpe y cada transición defensiva.
El primer gol del partido llegó gracias a un remate de Savinho tras un rebote del portero Stolarczyk en un disparo previo de Foden. El segundo tanto, que selló el resultado, fue un cabezazo de Erling Haaland tras un centro de Savinho. Sin embargo, la figura del encuentro fue el portero Stefan Ortega, quien salvó al equipo en múltiples ocasiones, incluyendo un cabezazo de Buonanotte que fue repelido por el poste.
Un futuro incierto
A pesar del triunfo, el rendimiento del Manchester City deja dudas sobre su capacidad para enfrentar retos mayores. Con una visita al París Saint-Germain en la Liga de Campeones y la pelea por mantenerse en los puestos altos de la 'Premier', el equipo de Guardiola sigue en estado de alerta. En esta versión, no parece suficiente para competir por el título, que ya luce como un objetivo imposible.
Por otro lado, esta derrota significó el cuarto descalabro consecutivo para Ruud Van Nistelrooy al frente del Leicester City, que sigue hundido en los últimos puestos de la clasificación.