El Manchester United no logra salir de su crisis y volvió a dejar una imagen preocupante al empatar 1-1 ante el Bournemouth este sábado en la Premier League, en un duelo donde jugó media hora con superioridad numérica tras la expulsión de Evanilson.

Un equipo sin rumbo en la Premier League

Sin aspiraciones reales en la liga doméstica, el conjunto dirigido por Rúben Amorim apenas tiene en el horizonte las semifinales de la Europa League ante el Athletic Club como única esperanza de salvar una temporada para el olvido. La actuación de los ‘Red Devils’ ante el Bournemouth dejó en evidencia, una vez más, la falta de ideas colectivas y la dependencia de acciones individuales.

El argentino Alejandro Garnacho fue el único que generó algo de peligro en la primera parte, con varios disparos peligrosos, pero fue el Bournemouth quien golpeó primero: Semenyo anotó el 1-0 al minuto 21 tras una asistencia de espuela de Evanilson.

La expulsión de Evanilson no cambió el panorama

A pesar de la expulsión directa de Evanilson en el 70’ por una dura falta sobre Mazraoui, el Manchester United no supo aprovechar la ventaja numérica hasta los minutos finales. Antes, incluso estuvo cerca de encajar el 2-0 tras un tiro libre de Ouattara que estrelló el balón en el poste.

Finalmente, ya en tiempo de compensación, Hojlund encontró el empate en el área pequeña, sumando apenas su segundo gol en los últimos 29 partidos oficiales.

Con la Premier ya perdida, el United centra ahora todos sus esfuerzos en la Europa League, donde visitará a San Mamés el próximo jueves para medirse al Athletic. Solo un título europeo podría maquillar una campaña que ha estado muy por debajo de las expectativas en Old Trafford.