Garnacho, en el centro de la polémica por un auto sin regularizar

Alejandro Garnacho vuelve a ser noticia fuera del campo, y no precisamente por su rendimiento. El futbolista de Manchester United fue captado conduciendo un vehículo que no cuenta con los impuestos al día, lo cual lo convierte en un automóvil no autorizado para circular en el Reino Unido. La información fue revelada por el Daily Mail, generando controversia en un momento en el que su futuro en el club inglés pende de un hilo.

Según los registros del Ministerio de Transporte británico, el coche debía haber sido regularizado desde octubre del año pasado. Las sanciones por este tipo de infracción pueden ir desde una multa mínima de £30 más el 150% del impuesto pendiente, hasta acciones legales que derivarían en una multa de hasta £1,000 o cinco veces el monto debido, dependiendo de cuál cifra sea mayor.

Todo esto ocurre en medio de un clima tenso en Manchester United, donde el argentino ha sido apartado junto a otros jugadores como Marcus Rashford, Jadon Sancho, Antony y Tyrell Malacia. El club les ha restringido el uso de las instalaciones del primer equipo, permitiéndoles entrenar únicamente después de las 5 de la tarde, una vez que el resto de la plantilla se ha retirado.

Su futuro, cada vez más lejos de Old Trafford

El presente de Garnacho con los Red Devils es incierto. Tras la salida del entrenador Rúben Amorim, el joven extremo no ha logrado consolidarse, y su relación con la institución parece deteriorarse cada día más. A esto se suman sus comentarios recientes criticando el manejo del club sobre la situación de Rashford, lo que ha sido interpretado como un gesto de rebeldía interna.

Pese a todo, el jugador sigue atrayendo el interés de otros equipos de la Premier League, incluyendo a Chelsea, que estaría considerando una oferta en caso de que Manchester United decida abrirle la puerta de salida.

Mientras tanto, el argentino deberá resolver sus problemas legales cuanto antes. De no hacerlo, podría enfrentarse a consecuencias mayores que afectarían no solo su imagen pública, sino también su estabilidad contractual en una temporada que ya luce bastante agitada.