Un final trágico para una carrera brillante

La muerte de Diogo Jota sigue sacudiendo al fútbol mundial. El delantero del Liverpool FC y de la selección portuguesa perdió la vida el 4 de julio en un trágico accidente automovilístico en Zamora, España, junto a su hermano André Silva. A sus 28 años, Jota vivía el mejor momento de su vida, tanto en lo personal como en lo profesional, con títulos recientes, un nuevo matrimonio y la mira puesta en el Mundial de 2026.

El gol que nadie sabía que sería el último

El 2 de abril de 2025, Diogo Jota marcó su último gol como profesional en uno de los escenarios más especiales: el derbi de Merseyside entre el Liverpool y el Everton. En un partido cargado de tensión, el portugués se encontró un rebote fuera del área, eludió a dos defensores de los Toffees y sacó un derechazo imparable que venció a Jordan Pickford, firmando el 1-0 definitivo a favor de los Reds.

Ese tanto, celebrado con rabia y corazón, se convirtió sin saberlo en el último grito de gol de su carrera, un cierre simbólico para un jugador que siempre respondió en los momentos importantes.

Una cifra que lo consagra

Con ese tanto, Jota llegó a los 150 goles como profesional, una marca que resume una carrera de entrega, talento y evolución constante:

• 65 goles con el Liverpool
• 44 con el Wolverhampton Wanderers
• 18 con el Paços de Ferreira
• 9 con el Porto
• 14 con la selección absoluta de Portugal

Más allá de los números, Jota fue un futbolista respetado por compañeros, rivales y entrenadores. Su capacidad de adaptación, inteligencia táctica y mentalidad competitiva lo convirtieron en pieza clave tanto en clubes como en su selección.

Una despedida que duele más

El gol ante el Everton no fue solo un tanto más. Fue la última muestra del fútbol que aún tenía por regalar, una postal final de lo que parecía el inicio de su madurez deportiva. Hoy, ese disparo cruzado en Anfield resuena como una despedida no planeada, pero imborrable.