El arranque de temporada en Old Trafford ha dejado más preguntas que respuestas para el Manchester United, que cayó 0-1 frente al Arsenal en la primera jornada de la Premier League. Más allá del resultado, lo que más ha llamado la atención ha sido la ausencia de Alejandro Garnacho y Rasmus Højlund en la convocatoria, lo que refuerza los rumores sobre su inminente salida del club.

Garnacho, cada vez más lejos de Old Trafford

El delantero argentino, que ya había sido relegado en la gira de pretemporada, ha perdido el respaldo del técnico Rúben Amorim, con quien ha tenido varios desencuentros en los últimos meses. Su participación en los últimos partidos de la pasada campaña fue mínima, acumulando apenas 73 minutos en cuatro encuentros.

La situación ha abierto la puerta a su traspaso. Chelsea aparece como el principal interesado, y el propio futbolista ha manifestado su deseo de vestir de azul. La operación tendría un impacto positivo en el “fair play” financiero del club, ya que Garnacho figura como jugador formado en la cantera tras llegar desde el Atlético de Madrid en 2020.

Højlund despierta interés en Europa

En el caso del atacante danés, su futuro también parece alejado de Manchester. Aunque disputó la pretemporada en Estados Unidos y llegó a marcar en uno de los amistosos, la decisión de dejarlo fuera ante el Arsenal ha encendido las especulaciones. Equipos como el Milán ya han mostrado interés, incluso con declaraciones públicas de dirigentes que reconocen estar evaluando su fichaje.

“Højlund es una opción interesante, pero el mercado es impredecible. Todo puede cambiar en cuestión de días”, aseguró Igli Tare a Sportmediaset, dejando la puerta abierta a una posible negociación.

El nuevo aire con Cunha y Mbeumo

Mientras tanto, los refuerzos Matheus Cunha y Bryan Mbeumo debutaron dejando sensaciones muy positivas. El brasileño lideró al equipo en regates y duelos ganados, mostrando una potencia ofensiva que se echaba de menos en el United. Por su parte, el francés fue un constante dolor de cabeza para la defensa rival, generando ocasiones claras y aportando velocidad al ataque.

A pesar de la derrota, las estadísticas confirman la mejora: 22 disparos, 7 a puerta y un dominio claro en el último tercio. Todo indica que el Manchester United apuesta por un cambio de ciclo en ataque, aunque el precio sea despedirse de dos de sus jóvenes promesas.