Fuertes declaraciones de Fonseca: "Me importa una..."
El entrenador del Milan envió un mensaje claro y directo. Le importa muy poco el nombre del jugador que cometa un error, se lo dirá a la cara.
El portugués Paulo Fonseca, entrenador del Milan, aseguró este viernes que afronta cara a cara los problemas en el vestuario porque le importa "una mierda" el nombre de los jugadores y su reputación.
"De mi liderazgo no hago alarde, no soy un actor. Lo que digo lo digo dentro del vestuario cara a cara. Si tenemos un problema me importa una mierda el nombre del jugador, me enfrento directamente al equipo o a los jugadores que cometieron errores", expresó en rueda de prensa
En Italia hace semanas que se habla de que el vestuario del Milan va por libre. Desde el inicio de campaña son varios los casos que han generado polémica, como cuando el portugués Rafael Leao y el francés Theo Hernández fueron suplentes ante el Lazio por su actitud; o como cuando Fonseca criticó a sus jugadores en rueda de prensa por no seguir sus órdenes en los lanzamientos de penalti.
Fue este último, sucedido en la jornada de Serie A previa al parón por los partidos de selecciones, el caso el más sonado.
El técnico dejó claro que el estadounidense Christian Pulisic era el encargado de lanzar los penaltis, pero fueron Theo Hernández y el inglés Tammy Abraham los que ejecutaron los dos lanzamientos de los que dispuso el combinado 'rossonero' ante el Fiorentina, ambos errados en un partido que perdió por 2-1.
A pocas horas del duelo ante el Udinese en el Giuseppe Meazza (San Siro), el técnico quiso marcar territorio.
"No necesito demostrar nada. Yo he sido así desde el primer día. Que se lo pregunten a los jugadores, si he sido así desde el primer día o no", añadió.
Además, dejó en el aire la posibilidad de mandar al banquillo a los protagonistas de la derrota en Florencia.
"¿Quién lo hizo mal en Florencia será castigado? Lo veremos mañana, para mí ningún jugador es más importante que el equipo, tenemos que asumir la responsabilidad cuando cometemos errores. Si alguien no acepta este espíritu de equipo, se hace difícil", dijo.