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Atlético de Madrid vence 2-0 a la Lazio y pasa como primero de grupo
El Atlético de Madrid venció a la Lazio en el estadio Metropolitano y aseguró su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones como primero de grupo, con lo que esquiva en la próxima ronda a Bayern de Munich, Manchester City y Arsenal.
Trepidante y decisivo en la jugada del 1-0 de Griezmann al principio del partido y goleador en la volea del 2-0 en el inicio del segundo tiempo, Samuel Lino confirmó el liderato y un sorteo menos complejo en los octavos de la Liga de Campeones para el Atlético de Madrid con una victoria práctica y de récord, la vigésima seguida en el Metropolitano, ante el Lazio.
Esquivados Manchester City, Bayern Múnich, Arsenal y Borussia Dortmund, al equipo rojiblanco lo aguardan varias posibilidades menos amenazantes sobre el papel. Aunque en su horizonte del próximo lunes a mediodía, cuando se repartirán los emparejamientos, aparecen el París Saint Germain, el Inter o el Nápoles, también lo hacen el PSV Eindhoven, el Copenhague, el Oporto y el Leipzig.
Es el beneficio del primer puesto del grupo que se ha ganado el Atlético, seis años después. Desde 2016-17 no terminaba al frente de su cuarteto como ahora, invencible en esta edición de la Liga de Campeones, con cuatro triunfos, con dos empates y como el mejor de los cuatro competidores de forma irrebatible, tal y como lucía su rol de favorito.
Dentro del once sorprendente que alineó Simeone, sin Koke y sin Morata, también sin Llorente, con Witsel en el medio centro, con Savic y Giménez juntos en la defensa al lado de Hermoso por primera vez desde el pasado 24 de septiembre ante el Real Madrid, el inicio le salió perfecto al Atlético, a toda velocidad en ventaja, en sólo cinco minutos y 17 segundos.
Todo surgió de Lino, más extremo que carrilero este miércoles. Su vértigo, su fe, su atrevimiento, su incursión por la izquierda y su pase definitivo, a la llegada de Griezmann, desbordaron a la defensa del Lazio, sobrepasada con el 1-0 del francés, que mantiene su rumbo hacia la cima de goleadores de la historia del club. Ya está a dos de Luis Aragonés.
Le bastaba el empate al Atlético para ser primero y ya iba por delante en el marcador recién entrado prácticamente al campo, con una efectividad absoluta, con la advertencia de hace tres días contra el Almería por todo lo que sucedió en cuanto sintó el partido ganado. Aprendida la lección de la indolencia de entonces, aún padeció algún apuro tras el 1-0.
Fue una cuestión de precisión. Adelantado Witsel al medio, escorado Hermoso a la izquierda, la salida de balón de Giménez y Savic fue un despropósito al comienzo del encuentro, cazada una y otra vez por el Lazio, que creció en base a los propios errores en la entrega del equipo rojiblanco. Lo amenazó el Lazio, sin nada del otro mundo. Por inercia.
Había aún partido. Lo anunció Zaccagni, con una acción individual; lo entendió el Atlético, entre las dudas de Hermoso y Oblak en un balón que no acertó a rematar Guendouzi; y lo confirmó Luis Alberto antes de la media hora, con una jugada que aprovechó otra pifia defensiva, pero que no remató del todo, como quería, Immobile. Tres advertencias.
Porque el encuentro no era entonces del todo del Atlético. No lo tenía bajo control, por más que Witsel, impecable en la colocación, astuto en el rechace, ágil en la circulación, acudía al rescate entre líneas. La suma de Griezmann la transición era otro plus. Como también las carreras de Lino, superior por el flanco izquierdo. Su rosca la aplacó Provedel, seguro.
La calma del 2-0 la alteró el VAR. Ya festejaba Mario Hermoso su bonita volea. La jugada comenzó y terminó en él. En el recorrido, fue de una banda a otra, hasta el centro de Molina y el remate del central madrileño. Nadie atendió, salvo Provedel, a la posición ilegal, activa, con una intervención decisiva para molestar al portero, de Lino. Anulado. Aún 1-0. Pero ya no había noticias del Lazio, en cuanto el Atlético se ajustó de nuevo.
Y Simeone dio descanso a Griezmann. Al intermedio fue uno de los dos cambios. Su futbolista más indispensable, al que mantiene habitualmente los 90 minutos, lo descargó del segundo tiempo. Entró Memphis Depay. No Morata, que ingresó más tarde. Un indicio de los parámetros por los que preparó su once y su equipo para dosificar esfuerzos con el goleador español o con Koke, que también surgió en el campo para la última media hora en lugar de Witsel, otro de los jugadores más utilizados en la veintena de duelos de este curso.
No le hicieron falta antes al Atlético, que solventó todo a la vuelta del vestuario, con una volea con la derecha de Samuel Lino, tras varios rechaces en el área, entre la desesperación en la banda de Maurizio Sarri, el técnico del Lazio, entre la celebración de la grada y entre la seguridad ya absoluta que lo aguarda un sorteo aparentemente más amable el próximo lunes en Nyon, salvo que toque Kylian Mbappe o el Inter.