El PSG se encuentra a escasos 90 minutos, si es que no hay tiempo extra, de regresar a unas semifinales de la Champions League por segunda temporada consecutiva desde que Luis Enrique se hizo cargo del proyecto. Un hito que, por ahora, no había logrado nadie. Sin embargo, el de esta noche en Villa Park se presenta como un partido crucial en el que el PSG necesita cerrar su mayor herida en Champions.

Luis Enrique sabe de lo que habla

Después de comenzar el partido de ida contra el Aston Villa por detrás en el marcador con el gol de Morgan Rogers, el PSG no se conformó con darle la vuelta al partido en la segunda parte… y su esfuerzo tuvo recompensa con el tanto de Nuno Mendes en el tiempo descuento. Sin embargo, a pesar de la superioridad mostrada en el terreno de juego y la suculenta renta obtenida, Luis Enrique insistió en que el trabajo todavía no estaba ni mucho menos hecho.

“La victoria por 3-1 no cambia nada nuestra forma de jugar la vuelta. Vamos a Villa Park a ganar. La mejor manera de mantener la ventaja es atacar, atacar y ganar el partido. No sabemos jugar de otra manera. Siempre seguiremos atacando”. Luis Enrique sabe de lo que habla, ya que hace ocho años fue testigo directo de la noche más oscura del PSG en Champions… con excepción de la final perdida contra el Bayern en el año 2020.

El PSG debe demostrar su cambio de mentalidad a Europa

Nos remontamos a los octavos de final de la Champions League de la temporada 2016/2017, cuando el PSG se impuso con contundencia al FC Barcelona que por entonces dirigía Luis Enrique en el Parque de los Príncipes y, tres semanas después, fue víctima de la mayor remontada que se ha visto en la historia de la Champions. Esta noche, además, tendrá sentado en el banquillo del Aston Villa a Unai Emery, el entrenador que aquella noche dirigió al PSG desde la banda del Camp Nou.

Desde entonces, el PSG se ha quedado a las puertas de levantar su primera Champions… pero también ha sufrido dolorosas derrotas por el camino, como aquella en 2022 contra el Real Madrid tras imponerse en el partido. Este es un PSG muy diferente del que sólo quedan dos jugadores en plantilla (Marquinhos y Kimpembe) de aquel equipo que tocó fondo en Barcelona. Por tanto, como bien sabe Luis Enrique, ésta es una noche para que el PSG no salga a especular con el resultado, termine de cerrar su herida en un infierno como Villa Park… y termine de demostrarle a Europa que su mentalidad es completamente diferente.