En solo cuatro días, el Manchester City vio cómo se esfumaban dos de sus récords históricos, marcando un periodo turbulento para los campeones actuales.

Primero, el City sufrió un revés en la UEFA Champions League al perder 4-1 contra el Sporting de Lisboa. Esta derrota no solo les dio su tercera derrota consecutiva de la temporada, sino que también terminó con su impresionante racha de 26 partidos consecutivos sin perder en la competición europea. La derrota ante el Sporting fue un golpe sorpresivo, dejando a los aficionados y expertos cuestionando la estabilidad y resistencia del equipo en el futuro de la Champions.

Pocos días después, el Manchester City enfrentó otro golpe en la Premier League. Una derrota por 2-1 ante el Bournemouth rompió su racha de 14 victorias consecutivas contra el mismo rival en la liga. Esta fue la primera vez en la historia reciente que no lograron mantener su récord perfecto frente al Bournemouth, lo que aumentó aún más las preocupaciones sobre su forma actual.

Esos dos logros récord habían sido hitos que mostraban la fuerza y consistencia del equipo de Pep Guardiola, pero las derrotas recientes han dejado al City en una encrucijada. Con dos grandes récords ahora detrás de ellos, la pregunta es si podrán recuperarse y restaurar su dominio tanto en las competiciones nacionales como europeas.

A medida que el Manchester City se prepara para sus próximos partidos, la presión aumenta sobre Guardiola para recuperar el control del equipo y garantizar que sus recientes tropiezos no definan el resto de la temporada. Las próximas semanas serán cruciales para los Cityzens, que deberán evitar más caídas y luchar por recuperar su lugar en la cima.