El regreso del mejor Lamine

Ante un rival que viste los mismos colores que el Inter, Lamine Yamal volvió a ser ese jugador imparable que deslumbró en San Siro. Las molestias en el pubis quedaron atrás, y el joven de Rocafonda se echó al Barcelona a la espalda en el empate 3-3 ante el Brujas. Fue su primer gran partido de la temporada, una exhibición que recordó al genio precoz que encandiló a Europa el año pasado.

El ‘10’ culé fue el alma del equipo: marcó un gol antológico, provocó el tercero y mantuvo al Barça con vida en una noche en la que el conjunto de Hansi Flick dejó escapar dos puntos y 1,4 millones de euros en premios de la UEFA. Ni siquiera la frustración final le quitó brillo a una actuación que lo devolvió a su mejor versión.

Golazo de antología

Los casi 30.000 espectadores del Jan Breydel Stadium fueron testigos de una joya. En el minuto 61, Lamine firmó uno de los mejores goles de la temporada: dribló a cuatro rivales —Onyedika, Tzolis, Seys y Mechele— tras una pared con Fermín López, y definió con la zurda al más puro estilo Messi. Un gol que levantó al público de sus asientos y que recordó por qué el joven de 17 años está llamado a marcar época.

Ya en la primera mitad, había generado el 1-1 al habilitar a Fermín, y más tarde dejó solo a Ferran Torres frente al portero. En total, completó cinco regates, recuperó cuatro balones y provocó tres faltas, demostrando su compromiso tanto en ataque como en defensa.

Un líder con solo 17 años

Aunque el resultado no acompañó, Lamine Yamal dejó claro que el Barça tiene en él a su principal referente ofensivo. Cada balón pasaba por sus pies, cada ataque dependía de su inspiración. Su actuación en Brujas fue un aviso: el talento sigue intacto y la confianza ha vuelto.

El próximo reto será en Stamford Bridge el 25 de noviembre. No será una final, pero el joven crack llega encendido, decidido a confirmar que su “modo Champions” está de vuelta para quedarse.