Rúben Amorim, entrenador del Manchester United, admitió que la victoria por 0-3 frente al Athletic Club en la ida de las semifinales de la Liga Europa fue “un resultado muy bueno” que “nadie esperaba”.

Un punto de inflexión en el minuto 25

“El partido tuvo dos fases, antes y después del minuto 25. Cambió mucho”, explicó el técnico portugués, destacando el equilibrio —e incluso mejor juego del conjunto local— hasta el gol de Casemiro a la media hora. Luego llegaron dos tantos más de Bruno Fernandes antes del descanso, que dejaron prácticamente sentenciada la ida.

En la segunda mitad, según Amorim, intentaron ser más cautelosos: “Lo más importante es que el Athletic apenas pudo disparar a nuestra portería”. También elogió el papel de jugadores veteranos como Casemiro, Victor Lindelöf, Harry Maguire y Bruno Fernandes, señalando que “están aquí por su experiencia, y en estos partidos es cuando deben demostrarla”.

Atención dividida: Brentford y la vuelta

A pesar del marcador abultado, Amorim reconoció que, si el Athletic hubiese aprovechado alguna de sus ocasiones en los primeros 30 minutos, “la dinámica del partido habría sido distinta”. Celebró, además, que en Europa están teniendo “la suerte que no estamos encontrando en la Premier League”.

“Después del 1-0 nos sentimos más liberados para jugar, pero ya tenemos que pensar en el segundo partido porque todo puede cambiar”, concluyó el técnico. “Ese es el mensaje que les he transmitido a los jugadores: primero centrarse en el Brentford —el domingo— y después en la vuelta ante el Athletic”.