A pesar de la incertidumbre sobre el futuro de LeBron James con los Los Angeles Lakers, los Golden State Warriors se han posicionado discretamente como candidatos viables.

El periodista de la NBA Marc Stein reveló recientemente que los Warriors, quienes mostraron interés en adquirir a James ya en la fecha límite de traspasos de febrero de 2024, siguen siendo una opción si James busca un “último hurra” en otro equipo antes de terminar su carrera.

Esta apertura constante refleja la visión a largo plazo de los Warriors: reunir potencialmente a dos de los mejores jugadores del baloncesto bajo un mismo equipo.

Aunque no hay un acuerdo inminente, los Warriors gestionan tácticamente su plantilla y techo salarial para mantener viva esa posibilidad. El escenario más realista podría ser que James firme por el salario mínimo para veteranos en 2026, evitando así que los Warriors tengan que desmantelar piezas clave como Draymond Green o Jimmy Butler.

Este delicado equilibrio subraya la disposición de Golden State a apostar todo si eso significa formar un trío con potencial de campeonato con Curry, LeBron y Butler.

Química y sueños de campeonato

Las carreras de Curry y LeBron se han cruzado en múltiples ocasiones, desde enfrentamientos en las Finales de la NBA hasta competencias internacionales como los Juegos Olímpicos de París 2024, donde jugaron juntos a la perfección rumbo a una medalla de oro invicta. Esta química en la cancha sugiere que, pese a sus legados individuales, el dúo podría crear una de las combinaciones más formidables de la NBA si se reunieran.

La directiva y los dueños de Golden State parecen comprometidos a fomentar este escenario soñado. Los aficionados de los Warriors y los observadores de la liga entienden que sumar a LeBron a un equipo ya anclado en el tiro incomparable de Curry y la solidez defensiva de Draymond podría crear una potencia capaz de pelear por múltiples títulos en la recta final de las carreras de ambas leyendas.

Una estrategia de espera ante rumores de traspasos

Mientras circulan rumores sobre el descontento en los Lakers con posibles traspasos y el deseo de LeBron de un nuevo comienzo, los Warriors siguen avanzando con cautela. La complejidad de igualar salarios, proteger a los jugadores clave y navegar las reglas financieras de la NBA hacen que cualquier operación sea complicada, requiriendo posiblemente acuerdos entre tres equipos o el intercambio de selecciones de draft importantes.

El propio Steph Curry ha expresado públicamente en los últimos meses su escepticismo sobre un posible traspaso de LeBron a Golden State, destacando la lealtad y la singularidad de una asociación así. Sin embargo, fuentes cercanas señalan que el deseo de los aficionados por ver a estas dos leyendas en un mismo equipo mantiene viva la conversación y alerta a la directiva de los Warriors.

A medida que se acerca la temporada 2025-26 de la NBA, la paciencia y preparación de Golden State indican que, si las estrellas se alinean, podrían presenciar el inicio de una nueva era—una que reúna a dos de los más grandes en la historia del juego, impulsados por aspiraciones de campeonato y respeto mutuo.