Desde la primera mitad, quedó claro que este no era un partido rutinario de temporada regular entre Lakers y Suns. Con Los Ángeles ya mostrando su físico, James bajó el hombro y se lanzó contra Dillon Brooks en una penetración, recibiendo una falta ofensiva después de que el alero de los Suns exagerara el contacto y los árbitros revisaran la jugada en el monitor para confirmar la decisión.

El silbato reforzó lo estrictamente que se controlaría el partido y agregó combustible a una rivalidad ya latente entre ambos. James respondió atacando con aún más fuerza, coronando más tarde una gran racha de los Lakers con un triple desde larga distancia y gritando en dirección a Brooks mientras Los Ángeles construía lo que parecía ser una ventaja decisiva de 20 puntos.

Punto crítico entre LeBron, Brooks y el árbitro

La tensión estalló en el tercer cuarto cuando Brooks golpeó el balón hacia James durante una pausa, provocando otro enfrentamiento. Cuando el árbitro Tyler Ford señaló una falta técnica, James se lanzó hacia Brooks y tuvo que ser contenido, haciendo un breve contacto fuerte con el oficial Scott Twardoski mientras Rui Hachimura ayudaba a sujetarlo.

James recibió una falta técnica, pero el incidente no escaló más, aunque los aficionados de los Suns sintieron que la estrella de los Lakers había cruzado un límite con su reacción física tanto hacia el oponente como hacia el árbitro. La secuencia reflejó el filo emocional del enfrentamiento, con decisiones a favor y en contra de James y Brooks examinadas en repeticiones y redes sociales durante toda la noche.

Expulsión de Brooks y la última palabra de LeBron

Phoenix se negó a rendirse y remontó desde 20 puntos abajo, finalmente tomando la delantera 114–113 cuando Brooks encestó un triple sobre James con poco más de 12 segundos restantes. Al celebrar, Brooks se enfrentó pecho con pecho a James y hubo contacto claro, lo que le valió una segunda falta técnica y una expulsión automática, en lo que el árbitro principal Ford describió más tarde como contacto antideportivo en balón muerto.

James falló el tiro libre técnico siguiente, pero recibió una falta en un triple de último segundo y convirtió dos de tres tiros libres para asegurar la victoria de Los Ángeles por 116–114.

Terminó con 26 puntos y sumó otro capítulo a su prolongada rivalidad con Brooks, que ahora incluye una falta ofensiva, un casi enfrentamiento con un árbitro y un recordatorio de que su competitividad todavía puede llevar un partido al caos.