Steve Kerr explica el papel de Jonathan Kuminga en los Golden State Warriors
Un DNP saludable para Jonathan Kuminga ha arrojado nueva luz sobre cómo Steve Kerr percibe realmente el rol del atlético alero en Golden State.
La aplastante victoria de Golden State sobre los Bulls contó con una rotación profunda y enérgica que no incluyó a Kuminga, a pesar de las ausencias de Stephen Curry, Draymond Green y Al Horford.
Kerr confió en Gui Santos, De’Anthony Melton y Pat Spencer en las alas y en la retaguardia, elogiando su energía y compatibilidad con el recién regresado Jimmy Butler como la razón de la decisión.
Kerr presentó la exclusión como parte de la rotación habitual para jugadores que no son estrellas, subrayando que los jugadores entran y salen de la rotación según su salud y rendimiento. Sin embargo, el contexto importa: Kuminga había tenido un 1 de 10 la noche anterior y está disparando aproximadamente un 30 por ciento desde el campo desde que regresó de la tendinitis de rodilla, por lo que la decisión tiene tanto que ver con la forma física como con la táctica.
Un gran contrato y una ala congestionada
El momento del DNP resulta sorprendente porque Kuminga firmó hace solo semanas un contrato de dos años por 48,5 millones de dólares que incluye opción del equipo y una estructura favorable para traspasos.
La extensión del contrato puso fin a un enfrentamiento veraniego, pero también ejerció presión sobre ambas partes para obtener respuestas más claras sobre su lugar a largo plazo junto a veteranos como Butler y Curry.
En teoría, el atletismo de Kuminga y su capacidad de anotar en transición siguen despertando interés en la gerencia, pero Kerr lo ha desafiado constantemente en rebotes, defensa de ayuda y toma de decisiones. Con Butler moviéndose frecuentemente a ala-pívot y Santos ganándose la confianza como jugador de rol de alta energía, Kuminga ahora tiene un margen de error más reducido del que su perfil de draft y salario podrían sugerir.
Qué busca Kerr de Kuminga ahora
Públicamente, Kerr ha impulsado a Kuminga a correr la cancha, cortar con propósito e impactar los partidos sin necesidad de recibir el balón constantemente, un cambio respecto a la dieta de balón que el alero preferiría. La exclusión por descanso, seguida de comentarios tranquilos de entrenador y jugador, sugiere que el cuerpo técnico lo ve como una prueba de profesionalismo más que como un descenso permanente.
Kuminga ha respondido enfatizando que se siente saludable y que se mantendrá listo para cuando lo llamen, una postura que mantiene abierta la posibilidad de un aumento en sus minutos o de mostrarse para un futuro traspaso una vez que sea elegible para moverse a mediados de enero.
Por ahora, su rol en Golden State es claro en un aspecto: se encuentra justo en la intersección entre proyecto de desarrollo, lujo para ganar ahora y posible ficha de intercambio en una rotación que Kerr no dudará en ajustar nuevamente.













