A un mes de su regreso al cuadrilátero, Mike Tyson ha compartido una confesón que ha estremecido al mundo del boxeo. El exbicampeón mundial de peso pesado, de 58 años, volvió al ring tras 19 años de ausencia para enfrentar al influencer y boxeador Jake Paul, 31 años menor que él. En un combate que dividió opiniones, Tyson perdió por decisión unánime en el AT&T Stadium de Texas, pero las secuelas emocionales de esa noche van más allá de la derrota.

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En una reciente entrevista, Tyson reveló que la experiencia lo dejó "un poco deprimido". Aunque su retorno fue un evento monumental transmitido a millones de espectadores, el vacío emocional posterior ha sido difícil de manejar. "Fue una experiencia tan intensa, tan emocionante... y ahora que todo ha terminado, me siento perdido", confesó el legendario pugilista. Estas palabras han generado reflexión sobre los sacrificios y la presión que enfrentan los deportistas incluso después de haber alcanzado la cima.

El camino hacia el combate también estuvo marcado por serios problemas de salud. Tyson tuvo que posponer la pelea debido a una úlcera que lo llevó al borde de la muerte. "Perdí la mitad de mi sangre, tuve ocho transfusiones y bajé 25 libras en el hospital", compartió. A pesar de los desafíos, su determinación lo llevó a recuperarse y volver al ring, dejando claro que su espíritu combativo sigue intacto.

A pesar de la derrota, Tyson eligió ver el lado positivo de la situación. En sus redes sociales, expresó su orgullo por haber completado los ocho asaltos contra un oponente mucho más joven, en un escenario tan icónico como el estadio de los Dallas Cowboys. "Para mí, fue una victoria haber estado ahí. Mis hijos pudieron verme pelear, y eso es algo que nunca olvidaré", declaró.

Esta pelea no solo marcó el cierre de una etapa en la vida de Tyson, sino que también generó un debate sobre los riesgos de enfrentar a atletas de distintas generaciones. Mientras el mundo del boxeo reflexiona sobre el legado de "Iron Mike", su valentía y honestidad continúan inspirando a millones, demostrando que incluso las leyendas enfrentan batallas que van más allá del ring.