El Gran Premio de Azerbaiyán dejó una clasificación para el recuerdo. En medio de un festival de banderas rojas y con constantes interrupciones, el neerlandés Max Verstappen logró imponer su experiencia para adueñarse de la pole position, superando en el último instante al español Carlos Sainz, quien rozó la gloria con su Williams.

Una ‘qualy’ marcada por el caos

La sesión de clasificación en el circuito urbano de Bakú se extendió por más de dos horas, con seis banderas rojas que rompieron el ritmo de los pilotos y obligaron a tomar decisiones estratégicas al límite. En la decisiva Q3, Sainz había colocado un tiempo que parecía suficiente para amarrar la primera posición de salida, pero en su último intento, Verstappen sacó todo el provecho a los neumáticos blandos y marcó un crono de 1:41.117, cuatro décimas más rápido que el español.

El piloto de Red Bull, que firmó así su pole número 46 en Fórmula 1, reconoció la complejidad de la jornada: “Fue difícil coger ritmo con tantas interrupciones, pero al final cuadramos una gran vuelta. Estoy muy contento con el resultado”. Con este registro, el neerlandés partirá desde la primera fila acompañado por Sainz, que puso fin a una racha negativa de seis carreras sin puntuar y ahora se ilusiona con pelear por el podio.

Sainz vuelve a sonreír, Alonso se queda fuera de la Q3

El contraste para los pilotos españoles fue evidente. Mientras Sainz resurgió en Bakú con un rendimiento sólido que lo devolvió a los primeros planos, Fernando Alonso (Aston Martin) no logró avanzar a la Q3 y saldrá desde la undécima posición, justo detrás de Charles Leclerc y Oscar Piastri, quienes tampoco brillaron en la complicada clasificación.

El joven neozelandés Liam Lawson sorprendió al quedarse con el tercer lugar de la parrilla, su mejor resultado desde que llegó a la máxima categoría, mientras que los McLaren de Piastri y Lando Norris quedaron relegados a la novena y séptima posición, respectivamente.

Expectativas para la carrera

Con 51 vueltas por delante en el estrecho trazado de Bakú, las estrategias de neumáticos y la gestión del caos serán determinantes. Verstappen, tercero en el Mundial, aún sueña con recortar puntos al líder Piastri, aunque sus opciones de título parecen lejanas. Sainz, por su parte, ve en esta oportunidad la posibilidad de reencontrarse con el podio y recuperar confianza en un año complicado.

Lo que está claro es que el Gran Premio de Azerbaiyán promete emociones de principio a fin: con un circuito propenso a los incidentes, la pelea entre Verstappen y Sainz podría ser solo el inicio de un domingo impredecible.