La sombra de Checo Pérez sigue presente

Después de confirmar que Max Verstappen seguirá en el equipo en 2026, Red Bull enfrenta un dilema: quién será su compañero. Desde la salida de Sergio "Checo" Pérez, el asiento se ha convertido en un problema constante. El mexicano dejó un listón muy alto, tanto en puntos como en regularidad, y la escudería no ha encontrado un sustituto que cumpla con ese estándar.

Este año, el puesto ya ha tenido dos ocupantes: Liam Lawson, que apenas duró dos carreras, y Yuki Tsunoda, que atraviesa un mal momento deportivo.

Tsunoda, contra las cuerdas

El japonés solo ha sumado siete puntos en la temporada, tres de ellos en el sprint de Miami. Su rendimiento está lejos de las expectativas y su contrato vence al final de la campaña. Red Bull no ha mostrado señales de renovación y su futuro parece cada vez más incierto.

Helmut Marko, asesor del equipo, fue claro: “Tradicionalmente evaluamos a nuestros pilotos después de las vacaciones de verano. Todo sigue abierto”. Además, advirtió que el compañero de Verstappen debe enfocarse en rendir para el equipo y no en superarlo, algo que considera “imposible actualmente”.

El mercado de pilotos se mueve

Si Tsunoda no continúa, Red Bull podría mirar hacia otros nombres de la parrilla. La escudería busca un perfil que combine experiencia, constancia y capacidad para trabajar en equipo, justo como lo hacía Checo Pérez.

El problema es que encontrar a alguien con ese equilibrio no será fácil. En un mercado donde todos buscan talento probado, Red Bull sabe que elegir mal podría costarle puntos clave en el campeonato de constructores.

Por ahora, el segundo asiento sigue en el aire y, aunque Verstappen tiene asegurado su lugar, la misión de encontrar a “otro Checo Pérez” continúa sin una solución clara.