A sus 37 años, Keylor Navas mantiene viva la pasión y el deseo de seguir defendiendo una portería, aunque actualmente se encuentra sin equipo. Después de su salida del Paris Saint-Germain en junio, el arquero costarricense decidió no apresurarse y esperar una oportunidad que realmente lo motivara. Ahora, con miras a un posible regreso en enero, Navas se ha propuesto un intenso plan de entrenamiento en Costa Rica, donde se le ha visto ejercitarse tanto a nivel personal como con el Saprissa, su primer club y con el que conserva una estrecha relación. 

Pese a la pausa en su carrera profesional, Keylor no se considera fuera de combate. Diversos medios han destacado su voluntad de mantenerse en forma, describiendo su entrenamiento como "una bestia". No solo busca mantenerse en óptimas condiciones físicas, sino también seguir conectado a la esencia del deporte en el ambiente familiar que Costa Rica le brinda. La disciplina y dedicación que siempre lo han caracterizado se ven reflejadas en cada sesión, donde trabaja con la misma intensidad que en sus años en la élite europea.

Este tiempo de reflexión y descanso en Costa Rica le ha permitido reconectar con sus raíces y disfrutar de actividades que, por compromisos internacionales, había dejado de lado. Recientemente, fue visto en la final del campeonato nacional de motocross, mostrando apoyo a deportistas locales y reafirmando su cercanía con su comunidad. Estas experiencias le han dado a Navas la oportunidad de vivir momentos que hace años no podía disfrutar, pero su corazón sigue atado al fútbol.

A pesar de haber recibido múltiples ofertas de equipos europeos y de otras ligas importantes durante el verano, Keylor optó por esperar una oportunidad que le permitiera competir al máximo nivel y con objetivos ambiciosos. Incluso fue considerado como posible reemplazo en el FC Barcelona para cubrir la baja de Ter Stegen, aunque el club catalán decidió finalmente fichar a Szczesny. Su elección de esperar muestra su deseo de ser parte de un proyecto relevante, y no de cualquier oportunidad.

La posibilidad de regresar en el mercado de invierno es real, y Keylor está preparado para cualquier eventualidad que acelere su retorno, especialmente si surge la necesidad urgente de un portero en algún club. Con su experiencia y fiabilidad bajo los tres palos, Navas sigue siendo una opción atractiva para muchos equipos que valoran sus habilidades y liderazgo en momentos decisivos. 

Así, el futuro de Keylor Navas sigue siendo una incógnita, pero lo que está claro es que aún tiene mucho por ofrecer en el fútbol profesional. Su determinación de continuar hasta al menos 2026 refleja no solo su capacidad física, sino una mentalidad inquebrantable que, como en sus mejores días en el Real Madrid, lo convierte en uno de los guardametas más respetados y admirados de su generación.