Roban la casa de Valentín Barco y su pareja explota
El joven futbolista del Sevilla FC, Valentín Barco, y su pareja, la influencer argentina Yaz Jaureguy, vivieron anoche una situación angustiante al llegar a su hogar en Sevilla y encontrarlo completamente desvalijado. Lo más sorprendente fue que, según relataron, los ladrones habían abandonado la vivienda solo unos minutos antes de su llegada.
Jaureguy, quien compartió la experiencia en sus redes sociales, expresó su desconcierto y malestar ante la situación: "Llegar a tu casa y encontrarla así, desvalijada, después de venir a un país lleno de ilusiones y no poder ni estar tranquilo… todo demasiado raro", compartió la influencer en una de sus historias de Instagram, donde mostró la imagen de una de las habitaciones saqueadas.
Gracias a las cámaras de seguridad de la vivienda, que captaron el momento del robo, se pudo conocer que los delincuentes ingresaron por la casa contigua y permanecieron dentro durante unos 50 minutos. Curiosamente, abandonaron la propiedad justo diez minutos antes de que la pareja llegara a su domicilio. En sus publicaciones, Yaz Jaureguy no dudó en señalar sus sospechas sobre posibles implicados dentro de su círculo cercano, mencionando que un empleado suyo había sido el único que conocía el horario exacto de su regreso a casa.
"Lo raro es que solo un empleado sabía nuestro movimiento y se fue justo antes de que entraran. Ya hemos hecho la denuncia y esperamos que no quede impune", añadió Jaureguy, quien además tranquilizó a sus seguidores sobre su bienestar y el de sus mascotas, asegurando que tanto ella como sus perros se encontraban bien tras el incidente.
El incidente ha generado una gran preocupación tanto en el ámbito personal como profesional de Barco, quien se encontraba en un buen momento con el Sevilla. Este robo no solo ha afectado su tranquilidad, sino que también ha puesto en evidencia la importancia de la seguridad y la vulnerabilidad a la que se enfrentan incluso figuras públicas de alto perfil.
Se espera que las autoridades continúen con la investigación, mientras la pareja se mantiene optimista y con la esperanza de que los responsables sean identificados y llevados ante la justicia.