Las ausencias más notables del Balón de Oro 2025
La ceremonia del Balón de Oro 2025 en París deja fuera, de manera sorprendente, a figuras como Messi, Ronaldo y Benzema de la lista de finalistas, desatando un intenso debate.
Antaño protagonistas habituales de la noche más prestigiosa del fútbol, tanto Lionel Messi como Cristiano Ronaldo se encuentran fuera de la contienda en la edición 2025.
A pesar del triunfo de Messi en el Balón de Oro hace apenas dos años, su paso al Inter Miami lo alejó del foco europeo, reduciendo sus posibilidades de sumar otro trofeo dorado este año.
De forma similar, las prolíficas actuaciones de Ronaldo en Portugal y Arabia Saudita no han sido suficientes, lo que resalta una clara tendencia: los jugadores fuera de las principales ligas europeas son cada vez más ignorados, sin importar su estatus o estadísticas.
Karim Benzema también queda fuera, tras su sonado traspaso a Arabia después de varias temporadas exitosas con el Real Madrid. Estas ausencias subrayan la evolución de los criterios del Balón de Oro, que ahora ponen mayor énfasis en el éxito doméstico y continental dentro de Europa, y marcan un giro de premiar trayectorias a reconocer la influencia inmediata en la élite.
Estrellas emergentes y omisiones sorprendentes
No solo las leyendas se llevan la decepción: la dinámica actual tampoco alcanzó para asegurar reconocimiento a varias figuras consolidadas y revelaciones. Fede Valverde, pese a ser capitán del Real Madrid, no logró entrar en el top 30, lastrado por los tropiezos de su equipo en LaLiga y en la Champions League la temporada pasada.
Nico Williams, un rendimiento constante en el Athletic Club, también se queda fuera a pesar de una campaña convincente que muchos analistas consideraban merecedora de atención.
La ausencia de Julián Álvarez, quien brilló tanto con el Atlético de Madrid como con la selección argentina, evidencia cómo los cambios de rol y de club pueden frenar incluso progresos individuales sobresalientes.
Lo que dicen las ausencias sobre el Balón de Oro
Estas ausencias plantean interrogantes importantes sobre la dirección del galardón en esta nueva era. Con las competiciones europeas adquiriendo mayor peso y la migración a ligas no europeas penalizando la visibilidad de los jugadores, el grupo de contendientes legítimos parece reducirse.
A medida que el fútbol se globaliza y las megaestrellas asumen nuevos retos fuera de las potencias tradicionales, el Balón de Oro deberá decidir si adaptarse o correr el riesgo de pasar por alto grandezas genuinas.