Mundial 2026: Los polémicos cambios que podrían transformar para siempre el fútbol
La cuenta regresiva para la Copa del Mundo 2026, que se celebrará en México, Estados Unidos y Canadá, avanza entre rumores y propuestas que podrían cambiar de forma drástica la manera de vivir el fútbol. De acuerdo con medios como The Sun (Inglaterra) y L’Équipe (Francia), la FIFA estaría evaluando modificaciones que podrían redefinir la esencia del juego.
Uno de los ajustes que más revuelo ha generado es la posible eliminación del rebote en los penales. Bajo esta idea, si el disparo es contenido por el arquero o pega en el poste, la jugada terminaría automáticamente, dando lugar a un saque de arco. En otras palabras, el penal pasaría a ser una sentencia cerrada, como sucede en las tandas, pero aplicada dentro del tiempo regular.
Tecnología, hidratación y negocio: un nuevo modelo de espectáculo
Otro cambio significativo que está bajo análisis es la ampliación del uso del VAR. Actualmente se utiliza solo en acciones clave como goles, penales, tarjetas rojas directas o confusión de identidad. Sin embargo, la nueva propuesta contempla que también pueda intervenir en saques de esquina, laterales, tiros de esquina o situaciones que deriven en una segunda tarjeta amarilla.

Esta ampliación generaría un nuevo debate: ¿hasta dónde debe llegar la tecnología en el fútbol? Para muchos, un exceso de intervenciones podría afectar el ritmo natural del juego y convertirlo en un deporte demasiado fragmentado. Para otros, es la vía para eliminar errores y aumentar la justicia deportiva.
Por otro lado, la FIFA también estudia duplicar las pausas de hidratación por partido. En lugar de las dos actuales, se implementarían cuatro: en los minutos 15, 30, 60 y 75. Pero lo más llamativo es que estas interrupciones podrían usarse con fines publicitarios, al estilo de lo que ocurre en deportes como el básquetbol o el fútbol americano.
¿El inicio de una nueva era?
El Mundial 2026 será el primero con 48 selecciones y 104 partidos, y todo indica que podría convertirse también en el evento donde se ensayen nuevas reglas para el futuro del fútbol. Lo que está en juego no es solo un balón o un formato: es el equilibrio entre deporte, espectáculo y negocio.
Aún no hay decisiones oficiales, pero el debate ya está servido. ¿Están listos los aficionados, los jugadores y los entrenadores para aceptar estos cambios? La historia del fútbol está por escribir un nuevo capítulo.