A punto de finalizar su contrato el próximo mes de junio, el veterano alemán de 35 años evitó responder preguntas sobre su futuro y bromeó con la posibilidad de que el Bayern Múnich lo venda incluso este invierno.

No solo el Liverpool enfrenta decisiones importantes sobre la renovación de sus figuras clave, como Mohamed Salah, Virgil van Dijk y Trent Alexander-Arnold; el Bayern Múnich también tiene su propio caso por resolver: el de Thomas Müller.

A sus 35 años, la leyenda alemana termina contrato el 30 de junio y está por verse si el club bávaro le ofrecerá una extensión, así como las condiciones de la misma. Aunque la directiva del Bayern aún no ha presentado una oferta formal, el propio Müller parece estar tranquilo ante la situación. "Estoy relajado. No diré mucho porque, sinceramente, no pienso demasiado en ello. No es un tema que me preocupe demasiado. Apenas estamos en enero", comentó el campeón del mundo de 2014, quien admitió haber hecho una lista de pros y contras para decidir su futuro.

En un signo de su buen ánimo y serenidad, el alemán incluso bromeó frente a los micrófonos: "Podría incluso ser vendido antes de que termine enero", dijo entre risas tras la contundente victoria del Bayern sobre el Hoffenheim (5-0). Sin embargo, esa posibilidad parece altamente improbable, ya que Müller representa como pocos el espíritu del Bayern Múnich.

Una ovación en el Allianz Arena

Formado en el club desde los 11 años, Müller ha pasado toda su carrera en el Bayern y ha ganado absolutamente todo con el gigante alemán. Más allá de los títulos, su experiencia lo convierte en una figura respetada en el vestuario. Aunque su rol en el equipo ha disminuido y ya no es tan decisivo, aún aporta en momentos importantes. Ayer, por ejemplo, asistió a Leroy Sané en el primer gol del partido, siendo esta su segunda asistencia de la temporada en la Bundesliga.

"No siempre puedes controlar el resultado. Solo puedes intentar crear ocasiones y aprovecharlas. Pero lo que importa es la forma en la que jugamos; eso es lo que nos mantiene en la lucha. En este momento, no jugamos pensando únicamente en el resultado, sino en llevar nuestra idea de fútbol hasta el final, y creo que eso se nota", reflexionó Müller, quien parece disfrutar su papel bajo las órdenes de Vincent Kompany en un equipo que lidera cómodamente la Bundesliga, con cuatro puntos de ventaja sobre el Bayer Leverkusen.

Mientras se abre el proceso de negociación, Thomas Müller recibió una gran ovación de los aficionados en el Allianz Arena, quienes corearon su nombre. Este gesto de cariño refuerza la tranquilidad de un jugador que ya pertenece al panteón de las leyendas del Bayern Múnich.